Entre versos de Neruda, el humo de un café y unos acordes de guitarra la encontré...
Tenía carita de pena, mirada de duda, una leve sonrísa y seguro que más de una aventura que contar. Escuchaba atenta, movía acompasadamente el cuerpo al ritmo de la música y parecía que detenía el tiempo con la vista.
Tampoco reparé demasiado en aquella mujer, yo iba a lo mío, había decidido que bastaba de buscar amores platónicos en cualquier sitio y aquella noche no podía ser una excepción que confirmase la regla...pero es que aquella mirada cautivaba tanto...
Intenté resistir inútilmente la tentación de clavar mis ojos en ella y cual fue mi sorpresa cuando al girar la cabeza ¡ella me estaba mirando!, avergonzado aparté rapidamente mi mirada de la suya y me sonrojé pero otra vez sobrevoló mi mente la tentación y volví a mirarla, seguía mirando pero esta vez sonreía, supuse que no me miraba a mí aunque sus ojos seguían mi trayectoría y volví a apartar la mirada.
De vez en cuando miraba de reojo y observé que ella realizaba la misma operación conmigo apartando los dos rapidamente la mirada y sonriéndonos para nuestros adentros. Juraría que incluso se lo comentó a su amiga...
El caso es que caí como tantas otras noches lo habría hecho, aún a costa de jurarme que no lo haría, y ya tenía tan metida en mi cabeza esa mirada que no pude dejar de buscarla cada dos por tres...cada vez que ella me correspondía la mirada algo saltaba en mí interior, se encendía alguna chispa. Es entonces cuando me juré que me acercaría y le diría algo o la invitaría a una copa por tener la mirada más perfecta de Madrid, al menos durante esa noche...
Pensé que decirle, que hacer, que excusa inventarme para captar su atención, pero al final como en los mejores cuentos de mi vida la cobardía se antepuso al hombre valiente que nunca fui y terminado el concierto puse pies en polvorosa maldiciéndome por mi necia actitud...
No sé si me buscó, no sé ni siquiera si de verdad me miraba a mi o a cualquier otro espectador de aquel café pero la verdad es que guardaré un precioso recuerdo de ese día. El brillo de unos ojos, una leve sonrisa, el pelo rizado negro azabache...
Y la esperanza casi utópica de que el mundo se convierta en un pañuelo y la vuelva a encontrar.
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20 de agosto de 2006
El día que una noche debilitó mi corazón
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Me dirijo a su persona para comunicarle que en unos dias (cuando vuelva de las vacaciones que se esta pegando a mi costa) se pondra en contacto con usted, ya que poseo derechos de autor, y una parte de los posibles beneficios me corresponde, nada... poquillo, un 75% nah mas... es poco, no? xDD
ResponderEliminarAhora en serio, el susto que me he llevado >_<
Me gusta la entrada, toda menos una cosa (y no e sla foto) y esque he leido por ahi algo de "cuento o cuentos"... y hoy es una palabra que odio (creo que hare un diccionario con la palabra odiada de cada dia) pero bueno, ya sabes, tonterias de una servidora jejeje
Como tu mismo me dijiste ahi veces, que las pequeñas cosas son las que hacen la vida mas "especial"... kizas la enkuentres, kizas volvais a koincidir, nunca se sabe... y sino.. que mas da? asi tiene su mágia, tiene su encanto.. quizas de otra forma seria restarsela, no?
Un saludillo y un beso (vete preparando el cheke)
uii que me lo comi!! mi abogado es el que se pondra en contacto... tsk
ResponderEliminarAnda Dune si sales muy mona y encima lo sabes jejeje.
ResponderEliminarGracias por la foto niña. Ahora serás famosa.
Cuando empiezo a firmar autografos? y a recaudar millones? cuando me lloveran los contratos? um.... $_$
ResponderEliminarMe queda el consuelo de que el "famoseo" no me llega gracias a meterme en la cama del famosillo mediocre de turno, como habitualmente pasa... sere la nueva Nuria Ber? xDDDD