30 de septiembre de 2006

Los cruces de la vida

Buscando carreteras por las que perderme, ahogando mis penas en tragos de alcohol, buceando en libros e historias, naufragando contra el muro del tiempo, saltando la verja que separa nuestras vidas.
Asi me encuentro en estos precisos momentos, así, sin encontrarle más sentido a nada que el de seguir vivo.

Me detengo un momento y hago repaso, mi mente se pierde en los recovecos del pasado y me acuerdo de tus labios, tus abrazos, tus caricias, tus gestos. ¿Cuánto tiempo ha pasado de aquello?, ¿tres años?, quizás sean cuatro, por aquel entonces eramos sólo dos crios que jugaban a besarse y a buscarle el sentido a todo aunque todo no tuviera sentido, y entonces recuerdo aquel abrazo que me diste por primera vez y tus ojos echando chispas al mirarme y me recuerdo momentaneamente eclipsado, intentando encontrar en tus ojos el retazo de esperanza que perdimos. Recuerdo que clavabas tu cabeza en mi hombro y me decías que parecía una almohada, en ese momento el mundo se detenía y no existía nada más que tú y yo.

Al principio te negabas a reconocer que sentías algo distinto por mi, te negabas a reconocer que había surgido una chispa, pero sabías que era así. Quizás lo descubriste el primer día que nos conocimos, en aquel concierto, nos presentaron y no volvimos a hablarnos hasta la salida. Y quien sabe porqué empezamos a hablar cuando todos empezaron a emborracharse, lo más probable es que estuvieramos buscando alguien que nos escuchara, y nos encontramos mutuamente. Y empezamos a hablar de amor, y nos dimos los números de teléfono, pero no nos llamamos nunca, quedabamos rara vez con el grupo de amigos para ir al cine o para salir a cenar pero no nos dirigiamos la palabra. Hasta que un día nos quedamos sólos y te acompañé a casa, volvimos a hablar, esta vez de la vida, de nuestras vidas, de nuestros sueños, me pediste que te abrazara, que lo necesitabas y lo hice. Después nos quedamos mirando un buen rato y me marché dejandote plantada en el portal. Pero ambos sabíamos que en aquellas miradas había habido algo más que amistad.

El tiempo siguió pasando hasta otro de los días que quedamos con el grupo me confesaste que te gustaba y eso me cogió por sorpresa, porque eras la primera que me decía algo así y no supe reaccionar. Te dije que tú a mi también me gustabas pero que quería esperar a estar contigo a solas, sé que no te hizo demasiada gracia, pero aún así te resignaste y aceptaste.
Y volvimos a quedar otro día y otra vez volví a quedar como un tonto, cuando me viste quisiste besarme pero yo me aparté casi asustado como si quemaran tus labios, pero en vez de ponerme mala cara sonreiste y me llenaste de paz. Fuimos en autobús al cine y no nos dijimos gran cosa en el camino aunque me agarraste la mano y ese gesto valía más que mil palabras.

Dentro del cine elegimos la peor película que había en cartel ese día, al fin y al cabo ibamos a verla muy poco, y la película empezó y me volviste a agarrar, supongo que esperabas que te besara pero no lo hice así que te cansaste de esperar y me besaste tú. Era mi primer beso, nuestro primer beso y el comienzo de una relación que apenas duró dos semanas...

Te puse todo tipo de excusas, que no estaba contento con mi vida, que quería cambiarla y que una novia no formaba parte de mis planes, porque primero necesitaba encontrarme a mi mismo. Quizás mentí cuando te dije que quería estar sólo, quizás sólo buscaba un abrazo en ese momento, mentí cuando te dije que no sentía nada por ti, mentí vilmente y lo hice porque sabía que íbamos a sufrir. Así que me negué a volver a enamorarme de nadie, negué que era un romántico empedernido y negué una y otra vez sentirme solo y necesitar apoyo de alguien.

Y probablemente escribo esto para sentirme bien conmigo mismo, para dejar de torturarme una y otra vez pensando que fui un idiota al dejarte marchar y para darte las gracias porque me enseñaste cuando me enamoro y cuando me encapricho. Y es por esto que ahora puedo decir que estoy enamorado y me surgen los mismos miedos y dudas que entonces, me asalta otra vez el deseo de marchar y dejar todo atrás, pero ésta vez no lo haré. Pase lo que pase me mantendré firme y si la vida desea arrollarme como un tren de mercancías desbocado por lo menos tendré la certeza de que hice todo lo posible por cambiar las cosas y que por fin recordando tus palabras "he aprendido a quererme un poco más a mi mismo", porque la vida esta llena de cruces de carreteras y los kamikazes siempre tomamos la que va cuesta arriba. Porque aunque sea la más díficil es la que realmente merece la pena.

10 Comentarios:

  1. El pasado... siempre estará ahí. Podemos mirar atrás para arrepentirnos o para aprender. Mejor aprender. No niegues lo que sientes. Sólo eso.
    Triste y bonita historia. Un abrazo grande.

    ResponderEliminar
  2. Me ha encantado leer tu historia, sencilla, sincera y con tanto sentimiento. Tengo la certeza de que siempre hay cosas buenas esperando a las personas que sienten como tú. Que seas muy feliz :)

    Dices que ella se negaba a admitir que había surgido una chispa.. creo que yo me encuentro así, hasta hace poco he negado lo evidente. Ahora llega lo más bonito y lo más peligroso, ahora, simplemente, no sé qué voy a hacer... Un abrazo fuerte

    ResponderEliminar
  3. Oski cuando te leo creas un doble sentimiento en mi interior. Por un lado me resulta precioso lo que escribes y como lo escribes, pero por otro es tan triste, siempre tiene ese transfondo de nostalgia aliñada con algo de pesadumbre.........
    Realmente espero que pronto tu vida se tiña de finales felices
    Un beso!!!

    ResponderEliminar
  4. Ah amiguito... el comienzo de una relación marca cómo será su recuerdo.(Sí, ya lo sé, los viejos apestamos a moralina. Pero la puta vida se encarga maléficamente de acabar dándonos siempre la razón).

    La próxima vez, antes de acercarte a otra chica piensa: "Veas a ver cómo la abordas porque estás determinando tus recuerdos: háztelo bonito".

    Un blogabrazo

    ResponderEliminar
  5. Ay, cuántos amores de juventud desaprovechamos por nuestra falta de experiencia!... Pero me alegra ver que, tras todo eso, aprendiste gran cosa... que no se debe desaprovechar el momento. Estoy segura de que cuando lleguen nuevos trenes sabrás agarrarte al que mejor te convenga con toda la fuerza que tengas.
    Besitos! :)

    ResponderEliminar
  6. En el amor hay que perder todos los puntos de una vez, quedarse sin carnet y seguir sonriendo en cada curva... Adelante, no pises en freno...

    Saludos kamikazes

    ResponderEliminar
  7. todos hemos tenido una historia de estas... una que nos enseña a corregir los errores cometidos, y ser mas nosotros mismos en las siguientes.

    (cruzo los dedos para que hoy esté siendo un día mejor... cuídate.)

    ResponderEliminar
  8. me da lata escuchar o leer relatos como estos, nunca he entendido a la gente que se niega a sus propios sentiemientos... pero supongo que el fin de eso es aprender y espero que no te vuelva a suceder.
    un abrazote...es triste no estar con quien quieres...

    ResponderEliminar
  9. Si hay algo que aún me resulta curioso (aunque a cada segundo me siento más cerca de esta gran ciudad y a la vez muy muy lejos, cerca del mar), es la prisa de la gente que veo pasar a mi lado, haciéndome sentir como una rama atrapada en una corriente, intentando no dejarme arrastrar. Tal vez algunos crean que esto que escribo no tiene nada que ver con el tema de la entrada. Se equivocan.
    Me sorprende la facilidad con que esas personas van de un lado a otro, con que seguridad se pierden por las callejuelas o las grandes avenidas de Madrid, sabiendo a ciencia cierta cuál es su destino.
    Hasta hace dos días, me encontraba igual de perdida en este mundo gris como en el mío propio, sin saber qué hacer, cómo empezar de cero, hacia dónde ir cuando había perdido el rumbo.
    Ahora miro esta escena bajo otra perspectiva; ahora no temo perderme, ya no me da miedo; si me asaltan las dudas, aferro mi drakar, mi guía, y un cosquilleo en el estómago me dice que voy por el buen camino. Ahora sé que he llegado hasta aquí persiguiendo una ilusión, y que mi destino has resultado ser tú, cariño.
    No llevo la cuenta de cuántas veces la vida me ha llevado hasta un cruce, cuántas veces hasta un callejón sin salida, y de cuántos errores cometí dejando pasar el tiempo, sin atreverme a dictar mi propio camino.
    Ahora tengo que enmendar todas mis equivocaciones, de ahora en adelante, pero no sola, sino a tu lado.
    Oski, mi niño, vamos a hacer esto eterno... Te quiero.

    Shouldn't have let you conquer me completely, now I can't let go of this dream, can't believe that I feel good enough, I feel good enough for you...
    {VII/X/MMVI}

    Rinoa

    ResponderEliminar
  10. Queda demostrado, que a veces.. por muy "dificil" y "eterno" que sea el camino, si al final sale bien, la "victoria" sabe aún mejor.. o no? como me digas que no.. es pa' matarte!

    Ahora bien, no me ha gustado nada leer esto, no te lo tomes a mal, no es que este mal ni mucho menos, solo que podríamos decir que me ha echo ver cosas que no quería, como ha dicho tormenta, todos/as tenemos aluna historia así, la que nos enseña a corregir los errores... Y es cierto, pero tambien he visto que aún me quedan algunos errores y miedos en el tintero... Por eso, no me ha gustado, no por ninguna otra cosa.

    See you

    ResponderEliminar

¿Qué te ha sugerido lo que has leído? ¿Quieres aclarar algún punto? Añade lo que quieras, siéntete libre.