Tantas cosas

Aprenderé a volar, aprenderé a ser un tipo fuerte y duro al que nada le afecta, con una voluntad de hierro inquebrantable, con una sonrisa siempre en la cara y un ojalá bajo el brazo.
Repartiré flores por las calles, abrazos al por mayor, buenos días sin esperar nada a cambio.
Cambiaré los fusiles por rosas, los rencores por palomas y el odio por montañas de chocolate.
Eliminaré los malos modales, la hostilidad, la agresividad, todo cuanto siempre he odiado en secreto.
Dormiré acurrucado bajo la sombra de un manzano mientras te abrazo y te digo que te quiero, tendré la certeza de que otro mundo es posible, de que podemos hacer algo por cambiar las cosas.
Escribiré versos de despedida, reflexiones y utopías, cada nueva quimera será archivada y procesada para después cambiar mi forma de ver el mundo.
Seguiré escuchando a Ismael, a Quique, a Sabina y cada nueva canción relatará mis días.
Leeré poesía, sufriré con ella, quizás arranque algunos versos del alma, tendré cuidado de no pisar las flores del jardín.
Guardaré tus sonrisas y tus besos en un baúl para después abrirlo cuando me sienta solo.
Surcaré los mares de la luna a bordo de una goleta de ilusiones, criaré unicornios azules y me derretiré en el sexo azul de la mujer amada.
Lloraré cuando discuta contigo, perdonaré aun a costa de arrastrarme, me olvidaré del reloj cuando esté a tu lado.
Te echaré de menos, me acordaré de tu cumpleaños, me arrepentiré de los motivos que nos separaron.
Me enamoraré cada dos por tres, seguiré saliendo a quemar Madrid a tu lado.
Buscaré historias en cualquier esquina, retazos de lo que fui y de lo que soy para convertirme en lo que seré.
Pero por fin diré una verdad, que ya mentimos a diario.

(Este texto lo escribí hace 5 o 6 meses aproximadamente en mi antiguo blog. Hoy vuelvo a sentir simplemente lo mismo y a falta de inspiración he querido rescatarlo)