21 de julio de 2008

Noche de lobos.

I

Todos levantaron la cabeza y escucharon.
-¡Chist! ¡Ahí está otra vez!

Los asistentes enmudecieron y todas las miradas se dirigieron hacia la puerta.
Un hombre entró en el local con la cabeza gacha, su sombrero de alas arrojaba una sombra misteriosa sobre su rostro y apenas podía distinguirse el brillo de sus ojos. Sujetaba entre los labios un cigarrillo humeante a medio quemar, en una mano sostenía una cadena de plata que hacía girar sobre sí misma enrollándola y desenrollándola de su dedo índice, la otra permanecía oculta en un bolsillo de la gabardina gris que cubría su cuerpo.

Nadie le quitó el ojo de encima, siguieron con la vista sus pasos hacia la barra y siguieron observándolo cuando el camarero le sirvió una copa que bebió de un trago. No parecía preocuparle demasiado ser el centro de atención, ni siquiera parecía preocuparse por nada que no fueran las copas que frecuentemente le servían y que dejaba vacías en pocos minutos.

Alguien se sentó a su lado.
- ¿Sabes por qué todos te observan? –dijo el recién llegado en un susurro y con un marcado acento ruso.
No hubo contestación, el hombre de la gabardina siguió bebiendo con calma.
- ¿Lo sabes?
- No y prefiero no saberlo.
- Esperan que actúes rápido, que termines de una vez por todas con esto y que pongas freno a esta masacre –dijo ignorando los deseos del hombre.
- ¿Y por qué esperan eso de mí?
- Porque eres el único al que ese monstruo no atacó, ¡todos los vimos!, se detuvo delante tuya, te miró a los ojos y desvió su camino. Respeta tu vida. ¡No intenta matarte!

El hombre de la gabardina apuró su copa, separó su taburete, se puso de pie de un salto y agarró del cuello al ruso.

- No se te ocurra volver a llamarlo monstruo
- Suél…Suél...tame –dijo mientras lograba zafarse de su captor y tosía mientras se llevaba las manos al cuello.
- No mata por matar, se alimenta y, si me lo permites, sólo lo hace de escoria. Está limpiando la ciudad. Algo que tu estúpido departamento no ha logrado nunca.

Todo el local observaba atentamente y con miedo a los dos hombres.

- Estás completamente loco –dijo el ruso. –Si te niegas a colaborar se te considerará cómplice y se te aplicará la pena de muerte.
- No tengo nada más que hablar contigo. Intenta no meterte en mi vida y yo no me meteré en la tuya –comenzó a caminar hacia la puerta mientras volvía a juguetear con la cadena de plata.

La gente le abrió paso y observaron como se marchaba. Después un murmullo general inundó el local.


II

En los tejados una figura se encontraba agazapada. Caminaba sobre sus cuatro extremidades y su tamaño era aproximadamente el de un oso adulto. Su cuerpo estaba cubierto de pelo negro. Sus ojos amarillos se clavaban en la oscuridad de la noche y de su fuerte mandíbula asomaban colmillos tan afilados como cuchillos.

Alguien subió al tejado, vestía un sombrero de alas y una gabardina gris. Se acercó a la criatura y le acarició el lomo. Esta emitió un ligero ronroneo a modo de saludo.

-Hermano, no pienso dejar que te hagan daño. No eres el monstruo que ellos dicen que eres. Pero debes tener más cuidado, sólo debes atacar a quien lo merece. Es la única manera de limpiar esta ciudad. Hay mucho lobo con piel de cordero. He estado investigando. El ruso es un vulgar proxeneta que enmascara sus actividades tras su estatus de jefe de policía. Debes acabar con él, hermano. Debes acabar con él cuanto antes –dijo mientras acariciaba la cabeza de la criatura y se abrazaba a su lomo.

III

El local se quedó vacío, el jefe de policía terminó su copa y salió al exterior. Había luna llena y las calles estaban desiertas.

Empezó a caminar tambaleándose a causa de los efectos del alcohol. Algo de más de trescientos kilos de peso saltó desde el tejado y cayó delante suya levantando los adoquines de la acera.

Lo último que tuvo tiempo de ver fueron unos ojos amarillos de un brillo cegador, escuchó un rugido intenso que perforaba sus tímpanos, cerró los ojos y cayó de rodillas al suelo tapándose los oídos como pudo, desenfundó su revólver e intentó disparar, pero un zarpazo se le adelantó acabando con su vida.

Desde una esquina un hombre observaba horrorizado la escena. Derramó un par de lágrimas pero pronto se recompuso.

-Muy bien hermano, estoy orgulloso de ti. Otra bolsa que por fin termina en la basura.

NOTA: Éste relato se encuentra bajo una licencia Creative Commons ©. Forma parte de mi participación como miembro de "El cuentacuentos". Dedicado a todas esas personas que me siguen animando a escribir, como no sería justo que me olvidase de alguna, que coja la dedicatoria quien se sienta aludido/a. Un abrazo a todos y gracias por leer.


8 Comentarios:

  1. Vaya!!! Me ha encantado!!! Quiero más, quiero más, quiero más!!!!

    Jajajaja, Oskiiii, campeón, que estás hecho un artista!

    P.D. Habrá más???

    Un queso!

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  2. Me ha gustado y eso que nunca me ha entusiasmado la novela negra. Mi imaginación ha volado hasta ese local y hasta esa calle y esos tejados. Lo curioso es que me lo he imaginado como una serie de dibujos tipo manga. ¡AUUUUUUUUUUUUUUUUU!

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  3. Siempre es fantastico leerte...buenisimo...como siempre. Besos

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  4. Que viva el software libre!! xD
    Killo que tiempo hacía que no nos escribíamos!! Nada que perdonarte,rachas que tal como empiezan terminan :)
    Lo que no debe terminar es tu relato en donde finaliza porque da para mas capítulos,para muchos más diría yo,ya que encauzaste muy bien la historia.
    Género negro y terror.Bien llevados!
    Un abrazo Oski

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  5. Jo... a mí no me preguntes porqué pero... el personaje de "la criatura" (cómo tú lo denominas) me ha parecido tierno, muy tierno. Algo que ronronea cuando se le acaricia el lomo no puede ser malo. ¡No, no y no! Lo que pasa es que claro... tenía que comer y no le gustan las espinacas y similares. Simplemente eso! ;)

    Me ha gustado mucho. Yo también pido por que haya continuación, ¿vale?

    Un besote, canijo! ;)

    P.D. Yo (y digo YO porque es mi humilde opinión) creo que si hay alguien que te conoce y sabe lo que escribes y cómo lo escribes, y es incapaz de animarte... ¡es que le faltan algunos hervores y varias primaveras! (cómo mínimo, eh) :P

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  6. Si, bueno, por el ronroneo puede parecer tierno, pero no nos olvidemos de que su tamaño es similar al de un oso adulto!!!!!! XD Miedo no, pánico me da!!! jajaja :P
    Muy buena historia y muy bien contada.

    Y aunque yo no te haya animado a seguir escribiendo y la "nota" no tenga nada que ver conmigo, sumo ahora mi granito de arena a los ánimos de los demás! ;)

    Un saludo!


    Nessita.

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  7. hala! como dice Sechat es muy manga ^^
    he disfrutado mucho leyéndolo, me gusta ese rollo justiciero en plan L o Dexter ^^ en fin, qué muy bien!

    un beso, y a seguir escribiendo siempre, eh?

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  8. Me ha encantado este relato y el anterior. Es cierto que hay demasiados lobos con piel de cordero... Un beso!

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