13 de diciembre de 2009

Teoría del caos

Madrid es una ciudad de contrastes, puedes encontrar vacías sus calles a primera hora de la mañana y sin embargo verla rebosar de vida y de viandantes a altas horas de la noche.

En estas fechas, los árboles se visten con bombillas alumbrando como si un ejército de luciérnagas hubiese invadido la ciudad. Por las aceras, la gente va cargada de bolsas, caminando con su habitual paso frenético y con la mirada perdida en el infinito, siempre con prisas, siempre pendientes de sus relojes.

Me bajo en la estación de Nuevos Ministerios, son las 7:45 de la mañana y la ciudad limpia todavía sus legañas. La estación está llena de personas que caminan en todas direcciones, unos suben, otros bajan, van en oleadas perfectamente alineadas, como hormigas y, de vez en cuando, alguna oveja descarriada rompe la armonía intentando nadar contracorriente porque se confundió de escalera mecánica.

En la calle está lloviendo, lo sé porque en la estación hay varios cubos de plástico rojo llenándose poco a poco debajo de las goteras. La gente los esquiva sin más, sin derribarlos, como si fueran parte inamovible del paisaje, a veces pienso que si en lugar de cubos hubiera varias personas tiradas nadie repararía en ello.

Salgo a la calle y me pongo la capucha. Es temprano para entrar a trabajar y decido dar una vuelta porque no llueve mucho. Paso por delante de la cristalera de un hotel, dentro hay un comedor rebosante de bollos y comida para el desayuno. Afuera, sentados junto al muro de la cristalera hay un par de indigentes con un cartel pidiendo dinero y con una litrona de cerveza a medio terminar. Me saludan, les saludo y prosigo mi camino.
Me alejo pensando lo curioso que resulta que bajo el calor del hotel uno pueda ponerse morado a bollos mientras a unos metros dos personas viven de la caridad.

Avanzo hasta llegar a un cruce. Un coche se salta el semáforo pega un frenazo y golpea lateralmente a otro que circulaba en otra dirección. Ambos conductores se bajan de sus vehículos mientras comienzan los gritos y discusiones a ver quien lleva la razón. El resto de conductores deciden sumarse a la pelea haciendo sonar sus cláxones a lo que uno de los implicados responde con cortes de manga. Un valiente en medio de los lobos.

Prosigo mi camino dejando atrás el caos y en una parada de autobús veo un anuncio que reza “el verdadero sentido de la ciudad…” mientras un par de modelos posan sonrientes.

Me encamino finalmente hacia el trabajo, pensando en ese sentido y llego a una conclusión:

Sólo siendo un cubo de plástico rojo que recoge el agua de las goteras puedes vivir realmente ajeno a esa locura que llamamos Madrid, después escuché en la radio que había cuatro kilómetros de retención en la ciudad por un accidente en pleno centro. La mariposa que agitó sus alas una vez más...

NOTA: Gracias a Ehse, porque me hizo ver un día lo maravillo que es fijarse en los cubos de plástico de la estación de Nuevos Ministerios. Sin él nunca hubiera nacido este relato.


17 Comentarios:

  1. Bueno, serás no-mangante sólo momentáneamente, no te emociones..xD
    1. Odio las luces de navidad. Tanto rollo con ahorar energía y blah blah blah y luego nos queman la retina con luces absurdamente innecesarias.

    2. Te ha faltado un detalle. Te bajas a las 7.45 escuchando música maravillosa en el mp3..o no? (cuidado con lo que respondes porque te juegas el nombre de mangante de por vida)

    3. Me gusta cómo lo describes, no se si lo es o no, pero parece que es una mañana muy, muy real. CAsi te imagino, con cara de sobao por la calle..:)

    4. Ni siendo un cubo de plástico me gustaría Madrid. Lo sientos por los fans que tenga, pero yo no podría con tanto ajetreo.

    5. Bien!!! :) actualizaste!!!!

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  2. ahorrar, con dos R, no una...

    ñañaña

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  3. Vaya, vaya...tenía ganas de verte actualizar :)
    Si te sirve de consuelo (que ya imagino que no) Barcelona también es una ciudad de contrastes, para evitarlos debes vivir de noche (yo llevo muchos años haciéndolo, no te lo recomiendo al 100%, pero es la única forma de encontrar algo parecido a la paz). De hecho, por ahí se dice que el mundo en sí es un contraste gigante...y debe serlo, sino jamás destacarían los seres como tú, que se fijan en los recipientes(rojos tenían que ser, como una utopía) que, en silencio, recojen las miserias de las ciudades, que hoy tú has metamorfoseado en palabras. Por cada gota de esos cubos rojos, una lágrima...aunque no hay que ser muy listo para comprender que se desbordan a una velocidad vertiginosa. Como te digo a veces pequeño (y si no te lo he dicho nunca que sepas que lo pienso) creo que no eres un ser de este mundo, sino de otro...uno mejor.
    Mil besos niño!!! Y si la tormenta se hace demasiado intensa, ya sabes que te presto mi insulso paraguas...o mejor aún, te invito a bailar bajo la lluvia :)
    Abrazoooooo!!!!

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  4. En un mundo en el que las luciérnagas van camino de la extinción (y pocos lo saben porque siempre han estado ahí y bueno... es fácil suponer que seguirán estando, aunque por aquí ya no quede ni una...) que alguien se fije en ese cubo es mucho pedir y ya van dos...

    Sí, recuerdo haber leído el post de "El cubo", es de esas cosas que no se olvidan... ;)

    Un besiño!

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  5. Yo viajo a Madrid con cierta regularidad y así lo he hecho toda mi vida por diferentes motivos. Madrid es una ciudad de puro contraste, como tú bien dices. Contrasta ese calor aplastante del verano con el frío persistente del invierno. La poca gente que resiste habitar Madrid en verano riñe con las cantidades asombrosas de gente que pasea ahora mismo por sus calles. Pero es una ciudad maravillosamente llena de cosas por hacer, de rincones por visitar, de gente anónima que no te mira al pasara por su lado (cosa que sí sucede en las cuidades pequeñas, donde ya casi todos nos conocemos y nos juzgamos inquisitivamente).
    Madrid es tan necesaria para los que no vivimos en ella como necesario es salir de ella para los que la habitáis, ¿no crees?

    Un saludo

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  6. Describes Madrid de una forma que hasta me llega a gustar la ciudad! Yo es que, me quitas el mar, y me quitas una parte vital. Lo pasé muy mal un verano que estuve mes y medio en Madrid

    Un saludo!

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  7. No hay estación en la que no seamos todos simples hormiguitas, la marea humana se comporta como un fluido, siguiendo el camino más corto pero evitando chocar con las otras gotas.

    Madrid es una ciudad de contrastes. Sé que ahora mismo no podría vivir en ningún otro lugar, y sin embargo, al mismo tiempo estoy constantemente concentrando mis energías en escapar de ella, aunque solo sea por unos días. Pero sé que esto ya lo sabes.

    Sólo me queda decir que... los cubos molan XD. Si un día de estos vuelves a ver el cubo y puedes hacerle una foto, mándamela. Hace bastante que no paso por esa estación, y para mí también está ligada a una época de muchos contrastes.

    Gracias por acordarte de mí. Un abrazo enorme.

    Ehse

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  8. Deseando paz en cualquier rincón de esta esfera te deseo felices fiestas para ti y los tuyos, mientras siguen cayendo poquito a poco copos de nieve...muy fresca.

    Feliz Navidad!


    ** MARÍA **

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  9. Lo desapercibido alberga los mejores caminos para escapar de la rutina.

    Un gran relato. Un abrazo killo

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  10. por eso nunca me ha gustado Madrid.

    Te vuelve indiferente a todo.

    veo a ti todavia no te ha transformado. una suerte.

    abrazo.

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  11. Es cierto la comparación que haces con las personas tiradas y los cubos de las goteras, pienso que casi nadie llegaría a reparar en aquello. Vivimos nuestra vida llevandonos por delante a lo demás, cualquier cosa es suficiente para hacernos estallar. Es deprimente, salir a la calle y observar todo eso. Por eso creo que ahí está lo de las miradas al infinito. Para no ver la realidad.
    Abrazos.

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  12. Madrid, esa ciudad que todo habitante odia pero que a la vez no puede vivir sin ella.

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  13. Vaya, y yo que venía pensando que, al haber comentado, habías actualizado!

    Ponte las pilas muchacho, que el tiempo es ciento volando. Uy, no, que no era así xD

    pásalo bien!

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  14. Anda, si comentaste tb en la 1º parte


    xDD

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  15. Sisi, escribir como un niño pequeño no es fácil, se ve que a mí se me da bien porque mi mentalidad está demasiado cerca de la suya :P Vaya puñaladas más discretas que me tiras..xD

    No aporrees mucho el teclado y disfruta de las vacaciones!

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  16. Oh, sí. Estoy de vacaciones! gracias por recordarmelo y de paso recordarte que tú no

    Muajjjjj

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