17 de abril de 2013

Corazón desahuciado

Madrid, 16 de Abril de 2013.




Querida Laura,



La primavera ya despunta en el horizonte y sacamos las camisetas del armario, el frío se bate en retirada y ya se oyen las risas y el corretear de niños atrapados en sus juegos debajo de nuestra ventana. Las paredes de este pequeño piso, que han sido testigos mudos de nuestro amor podrían contar historias si alguien se detuviera a escuchar. Durante años esta casa ha sido un paraíso compartido de sesenta metros cuadrados.

¿Recuerdas cuando llegamos? No teníamos dinero para muebles y ni siquiera teníamos cama. Un colchón en el suelo nos servía de cobijo, de hospital para las dudas, de principio y fin de todas esas cosas que empezaban en tu espalda. Entre caricias imaginábamos futuros y apagábamos el mundo cada noche.

Poco a poco fuimos construyendo un hogar. Primero una mesa, después el sofá. Alguna foto nuestra en la pared y la ilusión de que todo eso era nuestro, nuestro pequeño sueño y proyecto de vida. Nuestro eclipse de miradas y futuros compartidos.

Llenamos de vida cada rincón: una planta por aquí, una figura por allá, un cuadro en una alcayata. Poco a poco el piso se vestía y casi nos sonreía. Tardamos tiempo en amueblarlo porque todo nuestro sueldo se iba en comer y en la hipoteca. Nos pasábamos el día trabajando, sin tiempo para vernos, pero poder dormir a tu lado cada noche en nuestra casa era para mí el motor de todo.

Pero todo lo bueno termina. Primero nos bajaron el sueldo y aguantamos estoicamente. Nos costaba pagar todas las facturas y empezamos a recortar de aquí y allá. Después a mi me despidieron y a ti te impusieron trabajar todos los festivos. Aparte de no llegar a fin de mes no teníamos tiempo de vernos y cada noche llegabas tan agotada que te derrumbabas al primer beso. Un mes después te echaron a ti también.

Agotamos la prestación por desempleo mientras buscábamos por todos lados trabajo. Primero de lo nuestro, después de cualquier cosa. Irónico que antes no nos viéramos por el empleo y ahora no nos viéramos por la ausencia de él. Tocamos puertas y pedimos casi de rodillas pero “la cosa está difícil” era la frase que más escuchábamos.

Supongo que nuestro humor cambió a medida que se nos terminaba el dinero y empezamos a darnos cuenta de que nuestro castillo de ilusiones empezaba a desmoronarse, todo el tiempo invertido, todas las esperanzas compartidas se iban a pique. Cuando pagábamos a tiempo los recibos nunca recibimos una carta del banco que dijera “Sr. Pérez, le felicitamos por pagar puntualmente su hipoteca” y sin embargo cuando dejamos de pagarla no tardaron ni dos días en mandarnos la primera reclamación de pago.

Y al tiempo que vivíamos ese infierno y las facturas se acumulaban, los políticos despotricaban en la televisión sobre el tren de vida que habíamos llevado, echando la culpa a los mismos ciudadanos que un día les dieron el poder. Pero tú y yo cariño sabemos que no existen sistemas que fracasan, hay políticos que no saben hacer bien su trabajo.

El día que aquel juez ordenó el desahucio, tú ya no pudiste soportarlo y saltaste al vacío y a alguna columna de algún diario. Me hubiera gustado decirte que te amaba y que no importaba nada más, que pasara lo que pasara estaríamos juntos, que todo iba a salir bien; pero cuando quise hacerlo tú ya te habías marchado para siempre.

Están llamando a la puerta. Van a profanar este templo que ambos construimos donde adoré tu risa como religión. Van a borrar de un plumazo todo lo que fuimos mientras las paredes y los techos se llenarán de telarañas y no pronunciarán nunca más nuestros nombres.

Es difícil aceptar que somos los hijos de una mentira. Que todo el futuro que nos vendieron era una estafa y que mientras cientos de personas se quedan en la calle, otros jamás han conocido la necesidad.

Necesitaba escribirte hoy, para agarrarme a tu recuerdo como última certeza. Para decirte que un día fuimos felices y tuvimos sueños. Para decirte que la culpa no fue tuya, que hicimos lo que pudimos. Para recordar esa sonrisa que me llenaba de vida antes de que otros te la robaran. Ellos te empujaron. Ellos deberían pagar.

Y no estás y la vida pesa. Los sueños que un día rozamos ahora se desvanecen en el tiempo, mientras pasamos a ser sólo nombres apuntados en una lista y dejamos de ser personas.


Por siempre tuyo.



Fran

------------

Carta hallada junto al cuerpo inerte de Francisco Pérez, que fue encontrado muerto en el pasillo de su domicilio cuando se ejecutaba el desahucio de su vivienda. En su otra mano sostenía un bote vacío de barbitúricos. Días antes su pareja sentimental, Laura Gómez se había suicidado saltando al vacío desde un cuarto piso.

------------
Imagen: "Despedida" by Sasiita

NOTA: Éste relato tan sólo tiene la intención de concienciar sobre el problema de los desahucios en España. Para más información: Stop Desahucios. Una triste realidad que afecta cada día a más personas, como tú o como yo, que no vivieron por encima de sus posibilidades, tan sólo tuvieron sueños y planes de futuro

NOVEDADES 1: Sigue colgado en youtube el vídeo de nuestro primer recital "Se llamaba Pandora", si todavía no lo has visto estás a tiempo, pulsa aquí. En el blog oficial estamos publicando el epílogo que cierra finalmente la historia.

NOVEDADES 2: Desde hace unas semanas estoy actualizando este blog todos los miércoles.

17 Comentarios:

  1. Una preciosa y triste entrada Oski. Parece ser que los que queremos concienciar no tienen conciencia y el pueblo está sufriendo lo indecible a costa de politicas injustas y legislaciones retrógadas...¿Hasta cuando?...

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. Son ellos quienes crearon la burbuja inmobiliaria, y son ellos quienes gobiernan arrodillados ante los bancos. Y aun así tratan de convencernos de que la culpa es nuestra, y si protestamos, que los nazis somos nosotros.

    Un texto muy duro y muy necesario.

    Un abrazo!

    ResponderEliminar
  3. Lo más cachondo es que, aunque sea ficticio, esto le ha pasado a más de uno. Y más que pasará. Y con finales muy feos.
    Un beso,
    Luna

    ResponderEliminar
  4. Un relato muy triste Oski y más sabiendo que es la realidad que sufren hoy muchos Españoles y todo por culpa de unos politicos corruptos a los que les importa un carajo la ciudadania.¿Hasta cuando sera esto el pan de cada día?Un placer leerte amigo,besitos

    ResponderEliminar
  5. Joe quiero leer algo más alegre eh, nada nada, nos vamos a cabrear todos como no sonrías más!

    ResponderEliminar
  6. Diría algo, pero sólo serían palabras vacías.

    Gran relato. Gracias Oski.

    Cuídate.

    ResponderEliminar
  7. Increíble relato, tristemente la realidad supera en mucho a la ficción...

    http://www.youtube.com/watch?v=T0upnAY0D4I

    Supongo que la conocerás pero no está de mas volver a recordar.

    ResponderEliminar
  8. Es un relato precioso y estremecedor, que refleja la crudeza de la realidad en contraste con las grandes dosis de ternura de esa carta.

    ResponderEliminar
  9. Me has dejado con las b.... en la garganta, no sé qué decir.
    Un abrazo.
    HD

    ResponderEliminar
  10. Esta claro que no podemos mirar hacia otro lado, que esto no solo es real, sino que esta pasando en multitud de lugares en nuestro pais y hay que frenarlo ya..

    ResponderEliminar
  11. Me encanta. Es que no hay más. Eres tan claro... no sobra ni una palabra en tus textos, son las palabras exactas para hacernos sentir y entender a los que te leemos. Un fuerte abrazo desde El ruido que deja el silencio.

    Marina.

    ResponderEliminar
  12. Hola!! Acabamos de encontrar tu blog y te seguimos desde ahora! :D Ojalá que también te guste nuestro espacio!! Un abrazo fuerte! :) www.melodiasporescrito.com

    ResponderEliminar
  13. es tan real...
    es una pena que un texto tan bien escrito, se haya tenido que escribir por estos motivos. Que conozcamos a Fran y Laura, no por su historia de amor, sino por su historia de desesperación, por culpa de la cruda realidad de los desahucios.
    Es del periódico la carta? o cómo te has aventurado a escribir sobre ello?

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  14. "Somos hijos de una mentira." Absolutamente demoledor.

    ResponderEliminar
  15. Desgarrador. la p. cisis es materialista, se está llevando por delante en un pis pas, aquello que tanto ha costado levantar: un proyecto de vida en pareja basado en el amor.

    ResponderEliminar
  16. Me has dejado sin palabras.
    Y, de todas formas, las que pudiera decir no estarían a la altura de tu relato (bonito, pero contaminado de realidad).

    Es perfecto.

    Un abrazo :)

    ResponderEliminar

¿Qué te ha sugerido lo que has leído? ¿Quieres aclarar algún punto? Añade lo que quieras, siéntete libre.