14 de diciembre de 2014

Un cádaver que fuma

A veces me pregunto qué ocurriría si me saltara todas las normas y circulara en dirección contraria a mí mismo. Si por un momento dejara de ser el que todos esperan que sea y respondiera un "tú eres gilipollas" a aquellos que me tocan la moral por encima de mis posibilidades.  Dar un golpe sobre la mesa y decir: "hasta aquí hemos llegado, fin de la partida" y sacar de una vez por todas de mi vida a esas personas que en realidad llevan años fuera, pero a las que mantengo por no sentirme culpable de la pérdida.

Me pregunto qué pasaría si una mañana al levantarme no me apeteciera ir a trabajar y por simple respeto a mis deseos me quedara en casa sin dar absolutamente ninguna explicación a mis jefes. ¿Y si lo hiciera para no volver nunca? Si lo dejara de golpe simplemente porque no me llena y me abruma respirar el aire viciado de una oficina que mata sueños.

Y si de pronto me pusiera a fumar sin más o  quisiera pasarme ocho días seguidos de fiesta, o hasta que mi cuerpo dijera basta ¿cambiaría algo tu forma de mirarme? ¿Y si dejara de ser yo el primero que llama después de una cita o ni siquiera llamara después del sexo?

Y si hiciera mis maletas mañana y cogiera el primer avión sin saber ni siquiera a dónde ir, si me dedicara a vivir de aquí para allá sin más ansias que la de sentirme vivo, dime ¿me juzgarías?

¿Y si fuera de flor en flor y de cama en cama, de vaso en vaso y de escenario en escenario? Si viviera mi vida como si fuera mía y no de otros. Si me dedicara a respirar cada segundo como si fuera el último. Si dejara de escuchar los consejos de todos que al final no me llevan a ningún sitio. Si no tuviera miedo de decir lo que pienso en cada momento. Si preguntara sin miedo a conocer la respuesta...ay, si lo hiciera.

Creo que al final, por no permitirme saltarme ni un sólo ceda el paso, ni un maldito semáforo, por no dar un volantazo y atravesar la mediana para dar la vuelta, he dejado de ser yo el que gobierna el barco. Y eso es lo más parecido que encuentro  a ser un cadáver que se fuma la vida y al que se le agota el cigarrillo de sus días sin darse cuenta...

Reto propuesto por "El club de las malas costumbres" en el que se me pedía escribir un relato a partir una obra de Van Gogh. He elegido "Cráneo fumando un cigarrillo".

13 Comentarios:

  1. Bastante complicado se hace vivir la vida como a uno le gusta, como para vivirla a gusto de otros.
    Tengo un amigo que dice que los "y si" se quedan en casa, bajo las mantas. Que a la calle se sale sin dudas y sin miedos... y creo que razón no le falta.
    Saludos :)

    ResponderEliminar
  2. Creo que si por una vez nos permitieramos simplemente vivir, al final seriamos felices.

    habra q plantearselo..

    De 10, reto superado con creces y superior a cualquier tipo de espectativas. Felicidades!!

    ResponderEliminar
  3. Como ha dicho Catadora de sabores:
    "simplemente vivir"
    Estamos inmersos en la sociedad que comentas repletas de normas. Comienzas con una mención a la educación vial con las normas de tráfico con sus señales y sus semáforos para acabar con la educación para la salud con el esqueleto repleto de nicotina.
    Se cierra el telón, o mejor, cerremos la cortina... de humo.

    ResponderEliminar
  4. Ay, hermano... No me canso de decirlo ¡sos brillante!

    Agarrá el barco, dale... :)

    ResponderEliminar
  5. Me gusta mucho los resultados que está teniendo este reto. Y me encanta el giro que da tu historia, hubiera esperado un cambio... no un cadáver!!

    ResponderEliminar
  6. Me siento muy identificada con lo que cuentas, a mí me pasa a menudo. De hecho, no hay día en el que no haga esta reflexión.
    Y es que por ser tan "correctos" con los demás, a veces no somos sinceros con nosotros mismos... y sufrimos.
    Sería bueno empezar a solucionarlo con pequeñas cosas :)
    Abrazos!

    ResponderEliminar
  7. Hace tantos meses que no volvía por este mundo "blogguero" que me había olvidado de sus maravillas. Aún así, nada más entrar en el tuyo he recordado inmediatamente: "Este es el chico del pájaro y el cuervo en la espalda". Es de hace muchísimo esa entrada que escribiste, pero llevo cada palabra grabada a fuego; lo guardé, de hecho. Pura magia.

    Cómo me ha encandilado la idea de escribir un relato a partir de un cuadro, más aún la fluidez con la que lo has hecho y el placer que ha sido, una vez más, leerte.

    Muchas gracias por pasarte por mi blog. La canción de Arjona ciertamente no la conocía y es preciosa. El mensaje recuerda a mi entrada, cierto es. Gracias también por seguirme en instagram, por allí nos veremos.
    Seguiremos en contacto, un abrazo.

    ResponderEliminar
  8. Y quién no ha querido dejarlo todo y largarse con lo puesto? Avanzamos, a veces, dando tumbos y, cuando creemos ir con la certeza de dónde se apoyan nuestros pies, sabemos igualmente que el camino es frágil. Vivimos sujetos a imposiciones que no son nuestras... ojala las pequeñas cosas ayudasen para sentir que retomamos el control de nuestra propia vida.
    El caso... que tu texto me ha traído a la mente una cita de Tom Stoppard, te la dejo por aquí: "Al llegar a un puente lo cruzamos y lo quemamos cuando queda atrás. No hay nada que demuestre nuestro avance, tan sólo el recuerdo del olor del humo y las lágrimas de nuestros ojos”

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  9. Joder, Señor Sejas. Me jode la gente que crea obras de arte y te obliga a decir "¿Y eso dónde estaba? ¿Por qué no lo encontré yo?"

    Creo que con decir "Ojalá lo hubiese escrito yo" sobrán más palabras.

    Eres grande. MUY.

    Cuídate.

    ResponderEliminar
  10. Vaya que es difícil ser soñador y asistir lentamente a la vida que alguien más dijo que debías llevar... no sé... no sé que pasaría si hicieras todas esas cosas. Pero quizás la sensación de libertad bien valga los años de casi mendigo, quizás muchos se merecen sacarlos de nuestras vidas, quizás la oficina ya no debiese ser más nuestra cárcel...

    Veo que se acerca el día en que estaré en el lugar de quien escribe... y tiemblo... ¿Y que si...? Quizás ese sea el verdadero camino...

    Saludos

    ResponderEliminar
  11. La libertad... uf, tan lejana siempre, tan conceptual, tan complicada de acariciar en una sociedad como ésta... pero qué bien sabe cuando se paladea un poco...

    Saluditos

    ResponderEliminar

¿Qué te ha sugerido lo que has leído? ¿Quieres aclarar algún punto? Añade lo que quieras, siéntete libre.