14 de febrero de 2016

Los pedazos

Ahora que me anidan golondrinas en los brazos, los mapas ya no marcan la ruta hacia tu nombre y todas las ciudades me saben ti, sé que ya no podré volver a aquel verano.

Desdibujo las constelaciones en las que fuimos fuertes y anoto en mi cuaderno frases para intentar comprender lo que llevo dentro. Y no es sencillo.

Cabalgo a ratos la tristeza y a ratos la alegría y siento que ambas están hechas para mí, que disfrutan conmigo y yo con ellas. Pero ninguna se queda el tiempo suficiente como para establecer vínculos sanos. Así que al final termino odiándolas a ambas.

Oigo gritos en el silencio de algunas noches y me despierto sudoroso y cansado, con la respiración agitada, después me vuelvo a dormir y algunas veces sueño contigo.

Sigo recordando tus gestos, tus sonrisas, tu manera de mirar y me sigo preguntando una y otra vez por qué. Por qué rompemos, por qué destruimos, por qué pensamos que podríamos empezar de cero y olvidarnos de todo.

He tratado de seguir aquí y allá, me he dado a la cerveza, me he dado a las mujeres, a la poesía, a la música. Siento que me he dado a todo y todos y, sin embargo, no he recibido apenas nada. Y así sigo en una continua reconstrucción.

Cada fracaso me ha dejado el doble de sabor amargo y llego a pensar que no me encuentro, que algo se me quedó anclado en tu piel.

Sigo escribiendo, lanzando heridas al aire, por si por arte de magia algún día decidieran cerrarse y, es increíble que piense eso, porque desde que no sé de ti dejé de creer en la magia. Ya ves, puede que a fin de cuentas no haya cambiado tanto y una parte de mí siga pensando que algún día arreglaremos todo lo que rompimos.

Aunque todo lo que alcance mi vista ahora sean pedazos y pedazos y no sepa ni por dónde empezar a juntarlos.


Pieces of me by Indre


Si te apetece escucharme leyendo este post: (si lo haces desde el móvil pincha aquí)

16 Comentarios:

  1. Igual es que no hay que juntar pedazos. Igual es que hay que dejarlos, y ser a partir de todo lo demás.

    ResponderEliminar
  2. A veces me acuerdo de esos puzzles que sólo se pueden montar porque les falta siempre una pieza, y sin embargo sin ella son perfectos...es lo que permite que el resto puedan moverse, deambular sobre el tablero en infinitas formas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tal vez tendemos demasiado a compararnos con puzzles y piezas cuando en realidad somos personas con vivencias, algunas mejores, otras peores, pero vivencias, y para seguir teniendo vivencias hay que vivir :-)

      Un abrazo grande, gracias por tu huella.

      Eliminar
  3. de lo que mejor que he leido ultimamente, plas plas plas.

    ResponderEliminar
  4. A lo mejor ha llegado el momento de tumbarse sobre el suelo y por un momento dejar que todo lo que llevas contigo te pase por encima, sin prisas, preocupaciones o miedos y sin buscarlo ver tambien quienes fueron a tumbarse contigo, pues alguien capaz de escribir esto no puede no recibir nada

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A todo el mundo le llega ese momento alguna vez y coger aliento para continuar el camino no es nunca una derrota.

      Salud

      Eliminar
  5. Te embarga la carga nostálgica de lo que se tuvo y se perdió. Escribes de una manera tan bella las emociones y los sentimientos de esa pérdida que te daja varada en tierra extraña... y gana el texto con tu voz.

    ResponderEliminar
  6. Hay que reconstruirse... La vida es eso, en cierto modo. La pérdida puede ser atroz, pero hay fe en el verdadero reencuentro.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sin duda, la vida es un continuo destruir y construir :-)

      Salud!

      Eliminar
  7. Ay, ay, cuanto cuesta reconstruirse...

    Demasiado, siempre, sin duda...

    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya lo creo, pero nadie dijo que fuera sencillo :-)

      Salud.

      Eliminar
  8. Lo bueno es que siempre habrá veranos por venir y pieles que aprender.

    Como usted dice, don Óscar... ¡salud!

    ResponderEliminar
  9. Qué bonito escribes la nostalgia y el corazón dolorido...
    Lo que se rompe no puede reconstruirse más que como una especie de Frankenstein lleno de remiendos. No merece la pena.
    Con el dolor lo que se hace, es escribir maravillas como esta tuya. Lo que pasa es que no todo el mundo sabe. Ni puede. Aunque quiera.
    Besos.

    ResponderEliminar

¿Qué te ha sugerido lo que has leído? ¿Quieres aclarar algún punto? Añade lo que quieras, siéntete libre.