1 de mayo de 2016

Hoy soñé contigo

Hoy soñé contigo en una ciudad en la que no he estado nunca pero de la que sin embargo conocía perfectamente el nombre. Se parecía tremendamente a otra en la que he estado hace muy poco en algunos aspectos, pero en otros distaba en gran manera. Supongo que mi mente ha construido un escenario, modificando uno que ya era conocido.

Nos encontrábamos y a mí se me aceleraba el corazón y la respiración. Yo te vi primero, pero agaché la cabeza, en un gesto que reconozco me es característico, inconsciente y aprendido desde hace años, supongo que por timidez o autoprotección. Pero de repente me llamabas. Me habías visto y venías hacia mí. La voz se me quebraba. Me hice el sorprendido. Pensé que nos daríamos un abrazo y sin embargo simplemente nos miramos cara a cara, como desafiándonos. No recuerdo ni siquiera si llegamos a darnos dos besos. Me citabas para comer y tener una larga conversación en esa misma calle un domingo a las cinco, una hora extraña para comer, pero supongo que siempre fuiste de ese tipo de personas que no siguen ningún horario. Creo que puse mil excusas para no acudir a la cita, para no satisfacer esa petición que había salido de ti. Y sin embargo pensaba en cancelar todos mis planes de domingo para poder estar, aunque algo me ardía dentro imaginando que luego no ibas a acudir a la cita.

El despertador me ha sacado de la ensoñación sobresaltado y por alguna absurda razón, he empezado a pensar que tal vez hayamos estado los dos en esa calle a la misma hora, en el mismo sueño y que ha sido exactamente igual para ambos. Y que ese domingo tiene que llegar tarde o temprano…

Por si lo lees. Por si te llega. Por si estuviste. Escríbeme, llámame, da señales de vida y sueño…

It was a dream by Andrea Pun

5 Comentarios:

  1. Holaa! Oye me ha fascinado mucho lo que has escrito, de verdad que.. acabo de descubrir tu blog, y me ha agradado.
    Espero y nos seguimos.
    Saludos

    -Esther

    http://entrefrasesyversos.blogspot.com/

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  2. Bellísimo relato, amigo, en el que la vida y la ensoñación se confunden... Me encantó

    Un abrazo

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  3. Un relato entrañable.

    Gracias, Oscar, por llegar
    hasta mi casa en la que te doy la bienvenida.

    Por aquí estaré también leyéndote.

    Un saludo

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  4. Increíble lo que nos hace la mente...

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