23 de mayo de 2016

La paz que habita en tu nombre

Otra vez el desamor te ha hecho jirones el alma y has olvidado el calado de tu nave espacial.

Otra vez te encuentro extraviada y sola, con los ojos tristes y la mirada perdida, enamorada del viento y nostálgica por todas esas flores que no consiguieron sobrevivir a mayo.

Has dejado el cuerpo en suspenso y te has vaciado de esencia y de palabras. Has tendido tu mano al horizonte y allí te has encontrado conmigo, que vine de lejos para encontrar la paz que perdí en mis guerras.

Nadie te lo ha dicho pero tienes el pecho a prueba de bombas, eres capaz de cargar a la espalda todas esas promesas que te hicieron de vida eterna y casa con perro, que se terminaron en cuanto llegasteis a la cama, el peso del latido muerto, el recuerdo del ave que cayó en picado.  Y sin embargo sigues encontrado fuerzas para reírte con mis chistes.

Ojalá pudiera yo prometerte algo, aparte de escenarios y grietas de guitarra, gin tonics a las cinco de la tarde y borracheras trascendentales en las que acabo hablando de sueños y muñecos rotos. Pero aprendí que prometer es sinónimo de no cumplir. Y contigo quisiera cumplirlo todo.

Siento que me reflejo en tu espejo y que puedo transitar tus llanuras, y hasta por un momento leve, olvidé que la soledad me iba ganando la partida. Qué bello bailar juntos un rato sin necesidad de levantarnos de la silla. Qué reconfortante encontrar el instrumento que faltaba en la orquesta. Y qué tremenda melodía.

Me siento agotado por pensar que ahora cada uno recorre un camino distinto que nunca sabremos si volverá a cruzarse. Permite que guarde en la memoria el olor de tu perfume y el sabor dulce de tu abrazo. Por si me hicieran falta ahora que la niebla ha decidido hacerme visitas a domicilio.

Y recuerda, no estás sola.

Siempre habrá un sitio para ti en mi planeta y aunque ahora no sepas cómo hacerlo, sabrás hacer despegar la nave, lo sé porque aunque no seas consciente, me has enseñado a arrancar los motores de la mía.

Y ahora volemos.

Y que se joda la tristeza.

Duro despertar by javierGpacheco

10 Comentarios:

  1. Malas compañias son la soledad y la tristeza, pero siempre se las ve juntas...

    Un abrazo, amigo

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  2. Que se joda la soledad y siga el baile, no pares nunca de bailar y regalarnos estas letras ;)

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    1. Gracias Noe, habrá que seguir bailando entonces :-)

      Salud!

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  3. Sin palabras para describir tan íntegro relato.

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    1. Habría que dedicarle esta canción:

      https://www.youtube.com/watch?v=8Da8LKcN8oQ

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  5. Son mejores los hechos que las promesas. Me ha encantado, un abrazo.

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    1. Las promesas son sólo eso: promesas.

      Un abrazo, gracias por pasar!

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