17 de julio de 2016

Destellos

Ya no hay brillo de ojos en tu alma, las ilusiones han quedado relegadas a un segundo plano y cualquiera de los momentos que vives pasan de largo sin dejar mella en tu cuerpo. Vives como aturdida, temblorosa, sin ganas de empaparte de lluvia y deseando poder llorar para descargar lo que llevas dentro.

Has pasado por la ansiedad, por el miedo a salir a la calle, por el temor a morir mientras dormías y a que nadie le importase lo más mínimo nada de esto. Ves a los demás tan fuertes que te sientes débil, has dejado de creer que puedes conseguir todo lo que te propones y sientes la derrota en cada poro de tu piel. Y crees que todo esto es injusto, que no te mereces las despedidas y el corazón roto, que nunca diste una razón para sufrir tanta pena. Y llevas razón, no te lo mereces. Claro que no te lo mereces, pero estás transitando un camino en el que otros ya hemos estado. Por eso puedo entenderte.

Puedo entenderte mientras me miras con tristeza y acabas tu cerveza. No quieres pedir otra por si empiezas a depender del alcohol para llorar las batallas perdidas. Por si sólo ese líquido dorado consigue hacerte sentir algo.

Te escucho hablar de mundos lejanos y se te iluminan los ojos ¿no te das cuenta? Tienes dentro el brillo que le falta a esta ciudad, pero todavía no lo sabes. No has conseguido arrancar los motores de tu potencial y estás sufriendo en tus carnes el síndrome de los sensibles, que viven con tanta intensidad y tanta belleza que la alegría a veces les resulta esquiva en una sociedad profundamente enferma.

Me hablas de maletas vacías, de recuerdos que se quedaron en ciudades de paso, de personas que nunca van a volver y puedo verme en cada una de tus palabras.  Y qué decirte ahora, si a veces el silencio de una mirada es la mayor de las compañías. No estás sola.

Y aunque ahora no seas capaz de comprender nada e incluso creas que todo lo que sabías ya no es como pensabas llegará un momento en que llegará la calma. Y entonces. Sólo entonces. Podrás desatar tormentas.

Maleta de recuerdos by Candle

8 Comentarios:

  1. Oh... Óscar, me sentí muy identificada, debo decir gracias.

    Te mando un abrazo!

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  2. Yo también me he visto reflejada en alguna de tus líneas... eso hace sentir bien y mal.
    Besitos!!

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  3. Ilusiones que se rompen, ojos que pierden brillo...

    Yo también entiendo muy bien tu texto, me encantó.

    Un beso.

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  4. Siempre la parte más débil de cada uno de nosotros cobra demasiada fuerza, tanta que nos olvidamos que alguna vez fuimos valientes.
    Es curioso cómo, tu texto, me recuerda al último que yo he escrito. Y prometo que te he leído después de escribir mi entrada.
    Siempre maravilloso volver a tus letras. Un besazo enorme.

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  5. Veo que por aquí muchos llevamos la misma agonía bajo la piel. Cuesta deshacerse de aquello que habita en tu interior y te rompe.Cuesta horrores y océanos cuyo abasto cada vez es más grande. Cantidades astronómicas de agua y de problemas en los que ahogarse y necesitar hacer acopio de valor para salir a respirar.

    Encuentro ese respiro en tus escritos.

    Mil gracias y un fuerte abrazo.

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  6. Siempre fui más de tormentas que de calma por si acaso alguna vez llovían cosas buenas. Un abrazo.

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  7. Siempre fui más de tormentas que de calma por si acaso alguna vez llovían cosas buenas. Un abrazo.

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  8. Que no hay tormenta de la que de sus lluvias no nazcan los más verdes prados, sólo hay que dejarse ser como se sienta a cada instante, no tener prisas, hundirse hasta el epicentro de ésta para así cuando se salga hacerlo roto pero sintiéndote tú, plena en tus grietas

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