Desnudo mi alma sobre este
escenario mientras me miras. Recito a lo que perdí, a lo que pude tener y no
tuve, a las miserias que dejaron vacíos en mi pecho. Y pese a todo, siempre
dejo un hueco a la esperanza, porque bromear sobre lo que me desampara es la
mejor manera de quitarme un peso de encima, de sentirme más liviano.
Has sonreído con un rayo de sol
en mitad de mi tormenta y se ha iluminado el mundo. Algo ha cambiado dentro de
mí y una parte de mi alma se quedará para siempre entre estas cuatro paredes.
Casi puedo ver como baila el humo de mis poemas en la sala, buscando tu abrazo,
como marineros que regresaron a casa después de muchos meses mirando las
estrellas en mar abierto.
Recoges con ternura lo que suelto
mientras en mi pecho truenan tambores de batalla. Hoy se firma la paz en mis
entrañas y me reconcilio con lo que soy.
Me ofreces bálsamo para las
heridas y me emborracho pensando en todos los nombres que te conocí antes,
aunque evito ponerte alguno. Brindo porque nuestros caminos se vuelvan a cruzar
en algún momento, amontono las ganas de saber más de tu historia, muerdo mi
lengua y me marcho sin mirar atrás.
Pasa el tiempo y regresas a mi
memoria, como un oasis en el desierto en que calmar la sed. Releo mis poemas y
sonrío, parece que revoloteas en ellos.
Pero de ti no se vuelve. Nunca se
vuelve.
Porque te has clavado dentro. Y algo ha empezado a arder.
Qué intenso es tu poema, Oscar, ese "te has clavado dentro" llega muy adentro.
ResponderEliminarHas desnudado tu alma para encontrarla en tu memoria.
Chapó tu poema, una preciosidad.
Un beso.
:-) cuando alguien se te clava dentro no existe otra forma de expresarlo.
EliminarSalud y besos!
Estos poemas marcar; te hacen pensar en cómo las cosas cambian, y aunque el tiempo avance, siguen doliendo; pero a la vez es tan bonito...
ResponderEliminarSaludos.
De todo se aprende, hasta del dolor, o sobre todo del dolor, aunque duela (valga la redundancia).
EliminarSalud y besos, gracias por pasar.