28 de mayo de 2017

Mi cuento

Me gustaría tener una coraza del tamaño de un rascacielos para que rebotasen en ella mis ganas de huir cuando todo me roza demasiado y me hace herida. No me vendría nada mal algo más de templanza para sobrellevar los malos momentos que me juega mi cabeza, las noches sin dormir, los sentimientos que se me arremolinan en el estómago.

Me gustaría tener un agujero enorme en el que poder esconderme, un refugio para huracanes, mi propia playa desierta; también alguien que me escribiera poemas cuando me siento triste y una estrella que alumbrase mi galaxia y mi camino.

Valor para aceptar las despedidas, aprender a soltar con facilidad y sin dolor, evitar que el pasado se me clave como un puñal ardiendo entre las costillas y fuerza para no medir el presente con los recuerdos que se me quedaron anclados.

En ocasiones me gustaría tener menos profundidad, saber quedarme con lo simple, no buscar explicación a todo aquello que no lo tiene.

Pero elegí vivir con corazón y sin corazas. Amar a pecho abierto y sin paracaídas. Aceptando mi sensibilidad como fortaleza y no como una debilidad.

Y aunque en este camino a veces haya piedras del tamaño de molinos, también hay océanos enormes de color verde que brillan, planetas inexplorados llenos de flores y personas que me hacen sentir astronauta. Montañas enormes para escalar, con paisajes tan hermosos que nadie ha sido capaz de pintarlos todavía. Lagos cristalinos, oasis en todos y cada uno de los desiertos.

Y pensándolo bien, ese tampoco parece un mal final para mi cuento.

Write your life as you wish by FranEloy

1 Comentarios:

  1. Uy, a mi también me gustaría... pero seguramente, al sacrificar unos rasgos de personalidad por otros, saldríamos perdiendo.
    Besos!

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