Tal vez la derrota no sea más que
el principio de la victoria, porque es cierto que caerse de espaldas es otra
manera de mirar el cielo.
Es cierto que te has acostumbrado
a perder, quizás demasiado a menudo: a perder amistades, a perder parejas, a
perder oportunidades y a esperar, a esperar de todo y todos, pidiendo cuentas a
la vida sin preguntarte si ella te las ha pedido a ti alguna vez. Y confías en
los ojalá, en la suerte del cambio y en que el viento soplará mañana hacia otro
lado. Pero acostumbrarse a perder es resignarse y de la resignación nace la
tristeza. Sigues creyendo que ya habrá algo que sea para ti, en alguna parte, que
hay algo escrito, pero es absurdo, porque no conozco a nadie que crea en el
destino que no mire antes de cruzar la calle.
Sospechas que tus mantras y frases
hechas no son más que una manera de evitar tomar las riendas, pero no conoces
otra forma de sobrevivir en un ambiente cada vez más enrarecido y que cada vez
te causa más desasosiego.
Se va inflar el globo cada vez
más y más y querrá estallar. Lo evitarás un par de veces pero al final del
estallido va a surgir la paz.
Costará reconstruirse, al
principio ni siquiera sabrás por dónde empezar, pero será maravilloso dejar de
leer la historia para empezar a escribirla. Encontrar fuerza suficiente para
borrar a los personajes que te estorban y encauzar la trama hacia el lugar que
deseas.
No será como empezar de cero,
nunca se vuelve al inicio. No te dejes engañar por los que aseguran que es
posible. Será una continuación, apasionante, con ritmo, acompasada y alineada
con tu corazón y cabeza.
Y entonces, solo entonces podrás
empezar a vivir la vida que quieres y no la que otros pensaron para ti.
Y dejarás de ver la derrota como
un fracaso y te veremos sonreír desde el suelo cada vez que te tropieces.
Defeated by Mathieu Degrotte
Una reflexión interesante... Da mucho que pensar y produce una cierta esperanza a la vez que un motivo para creer que se puede cambiar aun cuando las cosas van de mal en peor, que se pueden tomar las riendas de la propia vida.
ResponderEliminarSupongo que se podría usar la frase hecha: "la calma que viene después de la tormenta".
Sí, dicen que siempre hay calma después de una tormenta, aunque claro, eso lo dicen los que vieron el final de la tormenta.
EliminarSalud, gracias por pasar.
Hay demasiadas verdades escondidas en tu post de hoy... lo bueno es que uno, poco a poco, puede ir descubriéndolas en su vida. Y ese proceso en sí mismo es alentador.
ResponderEliminarBesos!
Ya se sabe que lo importante no es llegar a Ítaca, si no disfrutar del viaje hasta allí.
EliminarSalud.
Dificil es volver a reconstruirse, pero al final, sí se puede con la fuerza del interior.
ResponderEliminarUn beso.
Llevamos un ejército por dentro para defendernos, pero es díficil conseguir que nos obedezca en algún momento y que no cause más destrozos. Entender el mundo de uno mismo lleva a veces una vida entera.
EliminarAcabo de mirarme en el espejo. Cada reconstrucción es una victoria; una victoria sobre una misma.
ResponderEliminarEl día que no seamos capaces de construir supongo que será porque estamos muertos.
EliminarSalud!!