1 de enero de 2017

Los amores platónicos

Tienes en tus manos las llaves del mundo. Nada recorre mis calles sin tu permiso y cada copa que levanto es únicamente para brindar a tu salud. Ya te convertí en poema, y en cientos de páginas gastadas en las que te hablaba de galaxias inexploradas que no conozco pero que recorreríamos siempre juntos. Y todos nuestros finales ya pasaron por lo trágico, lo feliz, lo dulce y lo amargo.

Tu presencia es leña de mis letras cansadas, necesaria para la combustión de todo lo que me quema dentro. Has venido para quedarte y no estoy por la labor de dejarte marchar. Así que me incendio y destrozo toda oportunidad de huir. No existen los problemas contigo cerca. Aunque sin darme cuenta seas uno de lo más profundo. Máscara inexcusable de todas mis carencias, de los fracasos que dejaron huella y hueco de su paso y, que todavía, no he aprendido a sellar.

Te buscaré en cada una de mis vidas mientras me engaño pensando que hago el amor con otras. Dibujaré tu rostro en cada cara y veré tu cuerpo tumbado allí donde quiera que se tumba el mío. Y nunca nadie me será suficiente. Y en cada lágrima que te guardo se me estará escapando una oportunidad de ser feliz.

No sé si podré soportar la fría puñalada de la verdad, cuando descubra que compartes cama cada noche con otra alma perdida. Y que respiráis con un sólo pulmón y que ese nunca, nunca, es el mío.

Si no quiero conocer las razones de mi derrota, ya me las inventaré yo. Y te echaré la culpa por estar lejos. Y por volar en otros vientos. Y por el aire que no encuentro, aunque lo busco tanto.

Y cuando te me agotes. Buscaré otra fuente para beber de nuevo. A ser posible una que lleve tu pelo. Quizás también tus ojos. Y una y otra vez, entraré en ese juego, en el que idealizarte dolerá menos, que vivir un amor real, pero imperfecto.

O tal vez no. Tal vez cambié lo suficiente para entender que me he cansado de sufrir y he comprendido que los amores grandes. Los amores galácticos. Los amores planetarios. No llevan ni de lejos tu nombre y simplemente necesitan ser vividos.

Está bien volar. Pero siempre. Siempre.

Volar despiertos.

Shapes by Cristina Matei

2 Comentarios:

  1. La verdad es que te leía pensando que mi visión de un amor platónico era diferente a la tuya, pero no, te doy toda la razón, el amor con mayúsculas nunca ha sido mi amor platónico. Ya sabes, siempre me gusta leerte.

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    Respuestas
    1. Lo interesante es que cada uno tenga su propia opinión :-)

      Gracias por pasar Vértigo.

      Abrazos.

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