Si de mí dependiera, rebobinaría, como poco hasta esta mañana, y volvería con algunas flores.
Sabía que no volverías después de aquella noche. Vagaste como una sombra a mi alrededor hasta que conseguiste lo que querías.
Quizás el día que te vi aparecer lo intuí y aún así te abrí la puerta y mis brazos. Te di confianza, te dejé entrar en mi vida, te ofrecí mi mano. No puedo negar que fuiste un rayo de luz, aunque más bien fue la ilusión de lo que vendría lo que iluminaba la escena.
Me mentiste, lo sabes bien, sé que no eras quien decías ser, pero aún así no dejé de tratarte bien ni un segundo. Muchos no ven probable que alguien pueda sufrir por lo que le suceda a una persona que no conoce, muchos ni siquiera ven probable que se pueda sufrir por alguien, pero yo sufrí cuando me mentiste la primera vez y sufrí cuando me mentiste la segunda.
Lo sé, fue culpa mía por seguirte el juego, fue culpa mía por creer que el destino hacía visitas a domicilio, fue culpa mía por intentar sellar las puertas del olvido labio a labio como tan sabiamente cantaba Ismael Serrano en “Prende la luz”.
Y prendí la luz y una niebla tenue de luminosidad alumbró la estancia donde me encontraba, sentado frente al ordenador, esperando tu llegada. Volviste disfrazada una vez más, ocultando tu rostro bajo una máscara, bajo la máscara de las dudas y del miedo, descubrí tu objetivo pero aún así te deje hacer, no buscabas otra cosa que alejarme de la persona que más había querido nunca y lo conseguiste, aunque posiblemente solo fueras el eco de ese sonido que anunciaba lo inevitable.
Lo que me cuesta mucho entender es el juego de palabras, las falsas promesas, los hilos que lanzabas esperando atrapar mi silueta como una marioneta. ¿Buscabas hacerme daño?, ¿buscabas herirme?, pues siento decirte que no lo conseguiste, que me quiten lo bailado, ni tú ni nadie conseguirá borrar todos los buenos momentos, todas las esperanzas y los sueños.
Sin embargo, después de todo, puede que me hayas abierto los ojos, que haya tomado consciencia por primera vez en mucho tiempo de que me equivoqué, de que no se puede escribir un libro entero de sueños sin saber ni siquiera si tendrás tiempo de dormir. También has conseguido que piense más en mi, que deje de suspirar cada minuto por algo que no tengo. Ahora la vida es simple, más simple de lo que nunca imaginé y, aunque os haya perdido a las dos, he recuperado otras cosas, las ganas de vivir y de luchar, las ganas de reír, simplemente las ganas.
Así que no se me hizo extraño aquel mensaje que salió en la pantalla, ni siquiera dudé de mi respuesta:
Sí.
NOTA: Éste relato forma parte de mi participación como miembro de "El cuentacuentos". Se encuentra bajo una licencia Creative Commons ©.
Muy bien!!! Eso es, recuperaste todo el resto de las cosas y empezaste a vivir, pero en plan bien :-p
ResponderEliminarMe gusta porque al final rehace su vida, también por frases tan maravillosas como: "Lo sé, fue culpa mía por seguirte el juego, fue culpa mía por creer que el destino hacía visitas a domicilio, fue culpa mía por intentar sellar las puertas del olvido labio a labio como tan sabiamente cantaba Ismael Serrano en “Prende la luz”".
ResponderEliminarTambién porque mencionas a uno de mis cantautores favoritos ji,ji, por el acierto en el final con la "papelera de reciclaje" y la carpeta "soledad", por el párrafo que antecede a la ventana de confirmación de eliminación de archivo... ¡Por todo! B - R - A -V O, ¡Bravo!
a ti si que te voy a meter yo en la papelera de reciclaje pero a ostias como no me seas feliz!
ResponderEliminarUna decisión dificil pero bien tomada. Ahora solo queda ser consecuente con ella.
ResponderEliminarUn saludo!
Llega a parecer dificil,a quien se le cruza en su camino,el poder deshacerse de ella.Tan dificil derrotarla como saber convivir con ella.
ResponderEliminarTu relato muestra un camino.
Intenso y fluido en su narración,esconde tras de si la fuerza de las ganas de vivir.Un simple clic :)
Un abrazo!
No te lo vas a creer (o sí, porque sabes lo boba que soy...) pero hasta he ido a punsar el SI de la imagen... ;)
ResponderEliminar¿Y sabes otra cosa? Acabo de darme cuenta de que si hubiera dos carpetas, una tuya y otra mía, la primera que eliminaría sería la tuya, aún a riesgo de no poder contra la segunda. Y es que he aprendido que tu sentido del humor es un parche cojonudo para los mis bajones... ;)
¿Ves? Ya me voy contenta. Si es que eres un solete! :P
P.D. Y por muy personal que sea, que lo es, además de llegarme (que sabes que me llega), también tengo que cometer la frivolidad de recomendarte. No porque lo necesites ni te haga sentir mejor, sino porque ser tan valiente es de admirar.
Ahhhh! Otra cosa, bueno dos:
ResponderEliminarLa primera: suscribo y corroboro las palabras de "topi". Ya sea a ostias, a collejas o a lo que se tercie, pero si, ehhhh!!
La segunda: los 16 pares de besos! ;)
Eso de estos son los últimos versos que escribo para tal o para cual, creo que lo hemos dicho alguna vez todos y al final... jaja Bueno ya se sabe, si esque en el fondo somos muy simples. Me siento totalmente identificada con la relacion que describes con la primera persona y más aún con el final. Me encanta como escribes =). Triste no estoy, simplemente era uno de esos días tontos, que te pones a leer poesía y que no te apetece nada más, de todas formas gracias y yo te dejo otro abrazo!
ResponderEliminarEsperanzador :) Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarUn saludo!!