Aprendimos a cerrar cicatrices con la sutil cadencia de un latido bebiéndonos el miedo en cada salto al vacío sin calcular antes la profundidad del precipicio de tus labios.
Yo quería verte como a Gilda, quitándote sensualmente un guante, pero tú preferías arrojarlo retándonos a un duelo como kamikazes suicidas que juegan al amor creyendo que pueden vencer.
Se nos fue gastando el sentimiento, de tanto caminar a ciegas como una hormiga desorientada a la que un niño arrancó una antena. Apretamos el gatillo del adiós y antes de caer abatidos nos miramos a los ojos teñidos de color despedida.
Ahora voy de la mano de otras y mi corazón necesita
una sesión de tanatopraxia para no parecer tan muerto y acallar por siempre tu recuerdo que sólo dejo ya fluir en poemas como este aunque te eche de menos cada día.
NOTA: Sigo sin disponer del tiempo que me gustaría para dejar comentarios en vuestros blogs, sólo deciros que agradezco profundamente los que me vais dejando y que en cuanto disponga de un rato daré señales de vida. Estoy viviendo la etapa más bonita en cuanto a mi trabajo poético-literario se refiere, llevo trabajando muchos años para que esto se cumpla, muy pronto voy a dar una gran noticia que espero os alegre al menos la mitad de lo que me está alegrando a mí. Los sueños a veces, por díficiles que parezcan, se hacen realidad. Y hasta aquí puedo leer.
Me ha encantado. Y sabes que me alegro..
ResponderEliminarTambién me ha encantado.
ResponderEliminarTambién me alegro mucho y sé que nos alegrarás seguro :)
¡Abrazos!
Precioso poema, Oski, muy visual. Imagino a esa hormiga desorientada esquivando el guante del duelo.
ResponderEliminarSi quieres que tu corazón se recupere y aparezca como recién estrenado, que la tanatopraxia te la practique Daigo Kobayashi, el protagonista de la bella y poética película japonesa que aquí se tituló: "Despedidas".
Imagino que publicas, me alegro un montón, Oski. Te lo mereces.
Muchos besos,
Ojalá todos tus deseos se hagan realidad, te sigo!
ResponderEliminarBuenas noches, Óscar. Tenía ganas de leer algo tuyo, pero antes de sumergirme en este poema que ya promete sólo por saber que proviene de ti, quiero decirte que agradezco mucho que te pasaras por mi blog. La verdad es que la canción de Arjona que me dijiste no la conocía, pero me ha encantado y desde entonces la escucho de vez en cuando.
ResponderEliminarSeguro que ahora que va de la mano de otras, mira constantemente el reloj y no se le olvida el sombrero en ningún bar... Siempre es un placer leerte.Y ay, ardo en deseos de saber qué es aquello que nos tienes que mostrar. Te felicito por adelantado por haber sabido abrirte camino en esta empresa tan ardua. Te esperamos sin prisas, pero con ansias. Un abrazo fuerte.
En cualquier caso, hay que beberse los miedos...
ResponderEliminarQue belleza de versos!
Abrazo Óscar!
Pues que les quiten lo "bailaó" aquella tarde en Madrid... recuerdos que conservar, que van transmutando... como sus pecas lamidas por el sol...
ResponderEliminarMi más sincera enhorabuena, que sea todo un éxito su proyecto caballero...
Saluditos!
Pero qué bonito escribes, maldito! Esos versos que una siempre hubiera querido que se le ocurrieran antes...vas tú y nos hipnotizas con ellos.
ResponderEliminarNo me extraña que esas noticias que se avecinan sean tan maravillosas. Quiero disfrutarlas ya.
Besotes!