Como esos pájaros que te llevaban
de un lado a otro. O como esas ganas de permanecer en la cama cuando amanecía a
tu lado un domingo cualquiera.
Así quise ser.
También quise ser oboe o
contrabajo, y formar parte de tu orquesta, tocar en todos tus teatros y sentirme
parte del aplauso. Leer tu partitura e interpretarte. Sentirte en el vello que
se eriza, en el estómago que se encoge, en la música que acaricia la piel.
Quise ser alma. Y religión.
Engancharte con mi idea de la
vida, con mi discurso enérgico y alegre sobre esta o aquella centella. Sobre
aquel planeta que perdió su órbita. Sobre aquella teoría cuántica según la cual
nuestros cuerpos debían permanecer unidos el mayor tiempo posible.
Ser risa y estruendo.
Quise exprimir tus nubes y llover
contigo, oler a tierra mojada, perder los zapatos y correr descalzo. Darte mi
mano, paciencia y calma.
Ser agua que quita la sed.
Alimentarme a través de tu
ombligo. Besar tu vientre y también tu pecho. Ser flor que adorna tu pelo.
Ser caballo de batalla.
Luchar a tu lado en todas tus guerras,
lanzarme a la carga contra la desventura. Comandar tu ejército de abrazos y
gritar victoria cada mañana.
Quise ser tiempo.
Detener el reloj. Evitar la
despedida.
Pero fui humano.
Y perdí.
Ahora es el frío el que cubre mis
aceras y mi fracaso tiene forma de estrella. Me confunden las personas y me
alejo de promesas que nunca van a cumplirse. Tan sólo escribo. Como si escribir
fuera a salvarme de algo. Como si algo tuviera importancia. Como si no recordase
como se olvida.
Como si no quisiese no quererte
tanto.
Como si fuera un pájaro que
recupera las alas pero se niega a volar de nuevo.
Por si el viento no. Por si las
corrientes no. Por si al final no.
Por miedo al no.
El puto no.
El puto rechazo.
El puto fracaso.
Tu puto recuerdo otra vez, asaltándome
de nuevo.
The night's long journey by Cristie Henry
Si te apetece escucharme leyendo este post:
Creo que escribir nos salva muchas veces de nuestra propia cárcel, al menos nos da la llave para salir y entrar en ella cuando queramos. No sé si es bueno o malo, pero estoy segura de que no todo el mundo tiene ese poder en su mano.
ResponderEliminarSé que hay muchas más cosas en este texto, pero sólo quería decirte esto.
Un beso.
Sin duda, escribir es una forma de ahogar penas, siempre lo he pensado.
EliminarMe gusta lo que has dicho y cómo lo has dicho.
Besos!
Valentía y fracaso es cosa de humanos, y ambas van cogidas de la mano. Pero, como dicen, quien no arriesga no gana.
ResponderEliminarUn abrazo.
Amar el riesgo es también una forma de vida jajaja.
EliminarGracias por tus palabras. Abrazos!
Me encanta guapo, de verdad, como todo lo que escribes. En este escrito reconozco un toque de Ismael Serrano, en la forma de contarlo (o de escribirlo) y me encantaría oírlo si lo recitases :)
ResponderEliminarAbrazos grandes para esas batallas que parecen perdidas pero que no siempre lo están, y también para las que si que lo están.
Jejeje, al final del texto puedes escucharlo recitado.
EliminarIsmael fue referencia muchos años, supongo que ese toque tiene que notarse de algún modo en mí.
Salud!
"sentirme parte del aplauso" Siempre tienes un pedacito que me parece más maravilloso que todo lo demás.
ResponderEliminarEl último pedacito es muy el virus del miedo de Ismael Serrano. Me gusta también.
Me gusta todo. Y me gusta que en el audio, al final, se aprecie hasta cabreo.
En su momento fue una de mis canciones favoritas pero no la tenía en mente cuando escribí esto, no obstante, mola que puedas idenficarla con algo tan hermoso.
EliminarSalud!!! Gracias por todo!
No sé cómo he podido pasar tanto tiempo sin leer magia como esta. Es cierto que todo en esta vida es un aprendizaje continuo, porque cada día te superas en tu habilidad para transmitir tantísimo a través de las palabras...
ResponderEliminarGracias, Óscar.
Gracias a ti, vengas cuando vengas siempre eres bienvenida, estas letras también te deben mucho a ti, no lo olvides!
EliminarSalud y abrazos.
Bellísimo. En cada relato te superas. Como lectora me identifico con esa experiencia vital que tú sabes describir de forma tan poética. ¡Felicidades!
ResponderEliminarMuchas gracias María Pilar, un honor y un placer que disfrutes de lo que escribo.
EliminarSalud!
Unas palabras plenas de sentimientos y poesía... Muy bella entrada
ResponderEliminarUn saludo
Gracias Ildefonso, bienvenido.
EliminarSalud.
Tiene fuerza cuando he leído por dentro, con mi voz, pero cuando he escuchado con la tuya llega a ser hasta desgarrador. El Puto no.
ResponderEliminarMuy bueno.
Un abrazo
Muchas gracias por leer y por escuchar :-)
EliminarSalud!!
Es que era una moto con vida propia :-)
ResponderEliminarGracias, Oscar por haber llegado hasta mi casa en dónde eres muy bienvenido siempre que lo desees.
Somos humanos y la escritura nos salva: hermoso tu texto y hermoso haber escuchado tu voz, leyéndolo.
Un abrazo, poeta.
Gracias por pasar Myriam :-) un placer!
ResponderEliminarNos leemos.