Ya no soy aquel niño que soñó con
ser nube y estallar encima de alguna montaña, puede que sea agua y forme parte
de algún charco, por pequeño que este sea.
Tampoco podré ser ya paraguas ni
resguardar a nadie de la lluvia, tal vez mango pequeño o cobertor que aspira a
ser asido por una mano.
Nada de árbol que da sombra, ni
planta, ni fruto, puede que hoja desprendida del follaje, que vuela, pero que
fue expulsada de la escuela del viento.
Adiós a ser pájaro y piar alegre
mañanero. Nada de cruzar acantilados dejándose llevar por la corriente, salvándose
de olas y rocas, tal vez alga que nace en su cima o pluma navegando a la
deriva.
Nada de ser planeta, galaxia, o
constelación. En el último big-bang perdí tres costillas y el astronauta que
llevaba en el pecho no sabe ahora cómo se llama. Puede que cometa, satélite o
cuerpo celeste.
Poeta ni loco, pues el ego me
puede y a la cuarta cerveza echo pestes de la poesía mientras a su vez busco
formas de llegar a más gente, cuando tampoco creo en la gente. Puede que sólo
sea rumor. O leyenda urbana. O contradicción eterna.
Ya nunca canción o poema. Puede
que línea en algún papel perdido. O acorde desafinado.
Nunca alegre, pues siempre me
quedó pendiente para Septiembre, tal vez sonrisa efímera, emoción pasajera o
sentimiento fugaz.
Nunca el primero. Nunca a tiempo.
Nunca el único.
Siempre el que espera. El que se
queda. El que se reconstruye.
El que se cansa, aunque no haya
equilibrio en el cansancio.
Y paradójicamente: siempre
equilibrista.
Equilibrist by Peter Lamata
Si te apetece escucharme leyendo este post: (si lo haces desde el móvil pincha aquí)
Nota: El 26 y 27 de Febrero estaré presentando "Pasaporte" en Badajoz y Cáceres acompañado de la poeta Mónica Pérez y del cantautor Carlos Suárez. Más info aquí.
Y yo que creo que siempre puedes llegar a ser lo que quieras, si te lo propones... por qué vas a quedarte sólo a medias?
ResponderEliminarUn besote!
Eso es, o todo o nada jajaja.
EliminarGracias por tu comentario Ali.
Salud!
De niños los sueños osn enormes, no tienen límites ni imposibles, a medida que crecemos lo sueños se van encogiendo pero no porque maduremos como algunos creen, sino porque se nos oxida el corazón y ya no soporta vuelos tan altos ni épicas ni espacios siderales que se alejen más allá de un metro del ombligo.
ResponderEliminarQuizá el truco más equilibrista sea no dejar que se oxide el corazón.
Precioso el texto, Oskim me inspira y me conmueve.
Un beso, poeta.
El corazón siempre sin óxido. A eso hay que aspirar al menos :-)
EliminarSalud!
La vida requiere de continuos equilibrios... Los humanos, en el fondo, no somos sino equilibristas...
ResponderEliminarUn abrazo, y el deseo de un feliz domingo
Sin duda, siempre en equilibrio :-) o intentándolo.
EliminarSalud!
He leído y escuchado este poema como 15 veces, y forma parte de las cosas por las que todavía vale la pena seguir viviendo , y que por vivir, no me refiero a levantarse por las mañanas y abrir los ojos, respirar, comer, etc... sino, por encontrar una gota de satisfacción en medio de tanto vaivén por el que cada un de nosotros pasamos.
ResponderEliminarSaludos, por favor, no dejes nuca de escribir cosas tan hermosas.
:-) en primer lugar muchas muchas gracias, cuando algo es capaz de transmitirte tanto como para escucharlo al menos 15 veces es que he hecho bien mi parte así que no puedo estar más feliz.
EliminarUn abrazo y gracias por leer.