29 de septiembre de 2008

El tiovivo

- Una semana después de su muerte, una mañana me ocurrió una cosa extraña. La felicidad no sólo se halla en la dicha, sino también en aprender a aceptar –explicaba el profesor de filosofía subido en su tribuna.

Pero Laura no lo escuchaba, su mente volaba en otra dirección, una dirección extraña, donde la felicidad no era más que un reducto de algo que no pudo ser.

Quizás en otro tiempo todo fue diferente, cuando aún sentía algo por su novio, cuando las dudas no le asaltaban en cada esquina. Ahora cada canción triste parecía hablar de su vida, cada estrofa proponía una elección, que la cambiaría y que no estaba segura de si debía o no tomar.

Así que no fue extraño que al terminar la clase, mientras todos salían del aula atropelladamente, ella diera un respingo como despertando de un largo letargo, recogió sus cosas con lentitud y salió al pasillo, se colocó los cascos del mp3 y abandonó el instituto dirigiéndose hacia la parada del autobús que la llevaría de vuelta a casa.

Durante el trayecto apoyaba su cabeza en el cristal de la ventanilla, marcando el ritmo de la música que salía por sus auriculares con el pie, su mente era una auténtica sopa de letras sin sentido alguno, en ese preciso momento sonaba una de sus canciones preferidas: “No estarás sola”. –Quién fuera guitarra para dejarse acariciar por los dedos de Ismael –pensaba.

Sola, así se sentía, sola y rodeada de gente, gente que no le aportaba nada, gente que sonreía hipócritamente cuando cruzaban sus miradas, gente que la condenaba a ser la “rara”, que cuchicheaba a sus espaldas pero que sin embargo y, aunque lo negasen, la deseaban en sus sueños íntimos más profundos.

Pero Laura hacia tiempo que no soñaba con nadie más que con su mejor amiga. Esa que siempre estaba ahí cuando la necesitaba, que le tendía su mano para sentirse fuerte cuando el mundo se derrumbaba. Y creía que estaba enamorada. Más que creerlo lo sentía, casi lo afirmaba. Sin embargo las dudas de lo prohibido siempre son más fuertes que los sentimientos y éstos, permanecían ocultos en lo más profundo de sus silencios.

Tiempo atrás enamoraba con sus sonrisas, no había día gris ni nubarrón que enturbiara su vida, pero ahora había dejado de acostarse con su novio, inventaba excusas para no verlo y cada vez le era más difícil ocultar que algo pasaba por su mente.

Y para colmo estaba aquel chico moreno, que le sonreía como un idiota cada mañana cuando se le cruzaba con su bici. No era feo, y su sonrisa era el esbozo perfecto de una vida turbia que prefería esconder. ¿Cuántos secretos ocultaría? ¿Tendría algo en común con ella?

Él era el único que lograba disipar un poco sus sentimientos hacia Miriam. ¿Se podía estar enamorado de dos personas a la vez? ¿Y de tres? Que gran dilema éste.

Por fin el autobús se detuvo en la parada de su casa y despertó de golpe de sus pensamientos. Se apresuró a bajar y en unos minutos estuvo tumbada sobre su cama mirando al techo y tamborileando los dedos, cosa que hacía siempre que estaba nerviosa.

El sonido de su teléfono móvil anunciando un nuevo mensaje de texto interrumpió su concentración. Miriam quería quedar con ella en una cafetería del centro por la tarde. Así que Laura contestó, dejándose llevar por sus sentimientos e inexplicablemente, escribió que no iría, que estaba ocupada. Inmediatamente después de darle a enviar, rompió a llorar.

Miriam leyó el sms y sintió una punzada en el pecho, ahora que había encontrado valor para decirle a su mejor amiga que llevaba un mes acostándose a escondidas con su novio, ésta no podía quedar. Sabía que era ahora o nunca, pero no podía seguir engañándola de ese modo, Juan sin embargo no parecía muy convencido. Suponía que aumentaba su ego salir a la vez con dos chicas y más si ellas dos eran amigas, seguro que el muy cerdo deseaba montarse un trío con ambas, pensaba.

Miriam nunca había querido a Juan, llevaba meses fijándose en un chico moreno que siempre iba en bicicleta y cuya visión conseguía salvar cualquier de sus días malos. Pero no conseguía llamar su atención, sin embargo Laura, su mejor amiga desde que tenía uso de razón, había captado su atención desde el primer día y eso la mataba. Así que pensó en vengarse y, que mejor manera que robarle el novio. La verdad que no había sido difícil, sabía que llevaba meses sin acostarse con él y una ligera insinuación sirvió para que las hormonas masculinas de Juan se activasen y no pudiera resistirse.

Juan no estaba enamorado, nunca lo había estado, siempre había pensado más con su aparato que con la cabeza. Empezó a salir con Laura porque era una chica preciosa, con un bonito cuerpo, pero no tardó en serle infiel semana tras semana. Miriam era una presa fácil más, solo hicieron falta un par de abrazos y fingir que la escuchaba y terminó en su cama. Pero ni siquiera le gustaba, lo había hecho por el morbo que da acostarse con la mejor amiga de su novia. Un auténtico trofeo para un cazador como él. Para esa noche ya planeaba una cita con otra chica, una nueva pieza a cobrar.

Y Roberto, que así se llamaba el chico moreno que siempre iba en bicicleta, suspiraba por aquella chica de ojos tristes y verdes que se cruzaba con él cada mañana. Esa chica de la que no conseguía captar nunca su atención, que no era ni Laura ni Miriam y a la que dedicaba cada verso y cada poema que después tiraba a la papelera. Esa chica que inspiraba sus canciones

Y ni siquiera sabía su nombre…

NOTA: Este relato forma parte de mi participación como miembro de "El cuentacuentos", se encuentra bajo una licencia Creative Commons©. Me he inspirado en una canción de Luis Ramiro que se titula "El Tiovivo".


8 Comentarios:

  1. Buenoo, buenooo, buenooo...soy la primeraaa (yuhuuu!!!).

    Me ha gustado mucho, ya lo sabes enano, aunque cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia xD.
    Por cierto, he tenido que leer dos veces la parte de los hombres que me estaba liando de quien andaba con quien xD.

    Sigue así pequeño buda, y llegarás al templo.
    Un quesooo

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  2. Cruce de sentimientos, una vida con dobleces, traiciones, deslealtad todo por alimentar el propio ego. Me ha encantado, pero sin duda lo mejor es el enigma que dejas a los pies del lector en las últimas líneas. Precioso.

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  3. Vaya enredo! La historia tiene de todo,puede calificarse de drama,de comedia,de misterio,incluso deja via para el género de terror o romántico. En apenas espacio concentras muy bien hilvanadas vidas que transcurren paralelas,distantes,lejanas en apenas la distancia que pueda tener un descuido para que todo salte.
    Un mosáico que requiere continuación,pero que al mismo tiempo está estupendamente finalizado.
    Un abrazo!

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  4. ¡Qué bueno, qué bueno, qué bueno!

    Pero... ahora no sé como explicarme... jajaja :P

    Desde que la primera vez que mencionas al chico de la bicicleta yo ya "me enamoro de él" y te prometo que mientras leía, cruzaba los dedos para que él no estuviera metido dentro de ese cruce de "sin-sentimientos", engaños y verdades a medias. ¡Y menos mal que no lo estaba!

    El final, aunque no es "un final, final" me gusta y me gusta muchísimo. ¿Te digo por qué? Pues... porque paras justo ahí, en la chica de ojos tristes y verdes de la que Roberto no sabe ni el nombre y entonces, una de dos: o el lector se monta en su cabeza la idea de que ella también "hace aguas de alguna manera" o, por el contrario, imagina un final feliz con un tandem en el que delante va Roberto y detrás una una chica de ojos verdes (nada tristes)

    Yo (porsupuestisisisisíiiiimo) hoy me quedo con la segunda opción, porque me gusta el personaje de Roberto y porque... hay chicos que van en bicicleta (o en Opel Corsa, jajaja) que son capaces de hacer que los ojos tristes sonrían.... =D

    Aplausos, besos y redoble de tambores, canijo!!! porque... esta historia se cuela en los primerísimos puestos de mis favoritas (ahora el lío que mi cabeza se haga será peor... yujuuuu) :P

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  5. Ricardo se nos ha enamorado de Maria,
    Maria no le quita los ojos a Miguel,
    y éste llora en un parque por Lucia...
    y mientras, Lucia se come las uñas pensando en Juan Manuel...
    sin saber que él ahora estará con Carmen,
    pero Carmen quisiera estar con Daniel,
    y Daniel está recordando a Elvira,
    y Elvira se está acordando de Andrés...

    Un clavo saca otro clavo....
    y si tu te desesperas,
    ten muy claro que el tiovivo
    nunca para de dar vueltas....
    Y si hoy las flores se secan,
    tu sal ya de tu trinchera
    y tira al suelo las recetas,
    que mañana es primavera...

    Remedios
    ha soñado esta noche con Alberto
    y Alberto sueña despierto con David,
    pero David no es feliz si no es contigo,
    y tu te pasas el tiempo con Raquel...
    pero Raquel siempre quiso a su primo,
    aquel que se casó con Maribel,
    y Maribel ahora quiere volver conmigo,
    y yo siempre pensando en...
    y yo escibiéndole canciones a ...
    y yo llamando y colgando y callando
    y sufriendo por no estar con...

    Un clavo saca otro clavo...
    y si tu te desesperas,
    ten muy claro que el tiovivo
    nuca para de dar vueltas...
    Y si hoy las flores se secan,
    tu sal ya de tu trinchera
    y tira al suelo las recetas,
    que mañana es primavera...

    En un bar, en la calle, en la discoteca,
    en el mercado, en un paso de cebra,
    en una esquina, en la playa nudista,
    en un parque, en un chat o en la oficina...
    en un carnaval o en la peluqueria,
    en un museo, un avión en un parque...
    en un gimnasio...en un restaurante,
    en un sexshop, en la junta de vecinos,
    en un concierto de un tal Luis Ramiro,
    mira que el amor siempre llega y no avisa...
    y si te dejan ponte otra camisa....

    Un clavo saca otro clavo....


    Pd. Preciosa "adaptación".
    Un saludo ;)

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  6. Hola!! Me ha gustado mucho. Que rollo de amor, de verdad. Yo he tenido problemas en el amor. Me gustaba y estaba enamorada de un amigo mío pero, ése amigo sólo me quería como amiga y nada más y un día se me rompió el corazón al saber de que tenía a otra y desde hacía ya dos años y yo ahí seguía ilusionada y sin saber nada. He estado decaída y triste, tremendamente triste y con unos nervios que me moría. Imagínate. Pero, bueno lo mejor es calmarse y asumirlo. ¿Qué le voy a hacer? Tomarse la vida con calma y pasar más de todo. Cada vez aborrezco aborrezco más el amor. Creo tener la impresión, quizás me equivoco, que la mayoría de la gente que está emparejada con alguien tiene problemas. Y muchos tienen unos líos tremendos. Éste que tú describes aquí es uno de ellos, por ejemplo. Que por cierto, vaya líos que se hacen aquí. ¡Ja,ja,ja!

    Bueno, me pasaré más por aquí. Siempre que tenga tiempo, claro.

    Un saludito.

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  7. Qué relato más chulo. De momento, las historias que llevo por ahora leídas de ti, me han encantado :)

    Cuerdas de amor que se enredan unas con otras... ...y se hace un lío enorme. A veces suele pasar. El destino caprichoso...

    Por cierto, qué bonita foto la del tiovivo ¿Será el tiovivo que hay por San Sebastian?

    Saluditos.

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  8. Cierta loca me recomendó encarecidamente que me diera una vuelta por este tiovio. Ahora tendré que darle las gracias a esa loca ;)

    Siempre es un placer leerte aunque yo tenga la poca vergüenza de comentar una de cada cien cosas que te leo.

    Un beso!

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