Eres la primera chica que conozco que disfruta con el country. Brooks & Dunn suenan por los cascos de tu mp3. Reminiscencias quizás de tu pasado texano, ese que todavía se marca en el acento cuando hablas castellano y que tantas sonrisas me dibuja.
-“Eres especial” —susurras mientras me acaricias el pelo. Después nuestras lenguas se confunden en un vaivén al ritmo de la música. Los cristales del coche se empañan y afuera queda el frío.
No tardamos en cambiar la incomodidad del coche por la suavidad de unas sábanas. Te dejas desnudar lentamente mientras beso tu cuello. Todo se vuelve de otro color en ese momento, siento como se acelera tu corazón y mis manos juguetean en tu cuerpo.
No me dejas parar, nuestra respiración se agita y en la almohada dejamos retazos de nostalgia. Después vienen los crujidos, las risas, los gemidos y finalmente tus brazos rodeando mi cuello. Tus ojos me miran profundamente, escrutando mi secreto, ese que ni yo mismo conozco. Dejas que me sumerja en ti y me coges de la mano.
Nos dormimos y amanezco a tu lado. No has dejado de abrazarme ni un momento como si temieras que pudiera escaparme.
Me das un beso de buenos días y nos sentamos a hablar.
-¿Somos dueños de lo que sentimos? —preguntas intrigada.
-¿Y qué sentimos? —te pregunto dudando.
Nos quedamos callados y apoyamos nuestras cabezas la una contra la otra. Quizás sea mejor no obtener respuesta.
Yo sé lo que tú sientes y tú sabes lo que yo siento, pero ni tú sabes lo que sientes tu misma ni yo sé lo que siento yo mismo.
-¿Estamos bien juntos no? —me abrazas fuerte.
-¿Qué es lo siguiente a bien?
-Muy bien supongo
Ambos reímos. Me gustan estos momentos. Aún sabiendo que en unas horas cada uno volverá a su letal rutina y no seremos más que la tabla de salvación que nos mantiene a flote. Aunque tampoco está tan mal ser tabla.
Nos despedimos, dos besos y un abrazo. Nos alejamos pero no tardamos en dar la vuelta y correr como posesos. Nos abrazamos y nos besamos como si se nos fuera la vida en ello o no fuéramos a tener más oportunidad. Finalmente coges el metro y veo alejarse el vagón desde el andén.
Conduzco hasta casa y cuando estoy llegando recibo un sms en mi móvil:
“To watch your broken dreams, Dance in and out of the beams, Of a neon moon, hasta el próximo Sábado niño.”
Y sé que el sábado volveré a verte y volveré a sumergirme en tus caricias, mientras Brooks& Dunn cantan a esta luna de neón…
Nuestra luna…
NOTA: Contenido bajo licencia Creative Commons.
Me ha gustado mucho el texto.
ResponderEliminarY sí, ojalá cada sábado vuelvas a sumergirte en sus caricias mientras Brooks&Dunn cantan.
Brutal delicadeza.
ResponderEliminarEnhorabuena por tus palabras y felices caricias de country para el próximo sábado.
Un saludillo.
Que largas se hacen las semanas cuando tienes que esperar con impaciencia un día verdad? Pero que mágico se hace cuando llega y que corto... Ojalá que la vida fuera siempre así, esperando con ansia y alegría algo que sabemos que va a llegar y que también sabemos que se volverá a ir... A veces la vida se detiene y no sabemos que es lo que estamos esperando... Un beso Oski!
ResponderEliminarUna vez, alguien (y cuando digo alguien me refiero a mi mejor amiga) me escribió cierto texto "a partir de una frase" en la que, metafóricamente hablando, tanto ella como "mi otra gente" eran algo así como unas pequeñas tablas de salvación dentro de un mar en el que yo iba a la deriva. No sé si lo leíste o si lo recordarás, pero... te aseguro que sin esas "tablas" la vida no sería lo mismo, sobre todo cuando hay personas que somos (y hablo por mí) muy susceptibles de naufragar y tirarnos meses y meses a la deriva...
ResponderEliminarUn buque de oro y 16 pares de besos, guapo!!!!!
Bueno, pues qué decir...
ResponderEliminar... que me ha gustado, para variar.
El amor es eterno mientras dura, así que hay que aprovecharlo mientras lo tenemos, sentir cada momento, cada segundo al lado de esa persona... Y cuando todo se esfume, abrir la ventana y dejarlo volar. Para que otra persona reciba tanto como nosotros tuvimos.
Un abrazo, pequeño buda.
\=/ \=/
ResponderEliminar\_/ \_/
;)
La celebración estaba mas que justificada. Menudo momento aquel cuando la inspiración fluía y comenzaba a llenar el vacío y éste a su vez a resquebrajar la nada y esta a saltar en mil versos,melodías,sueños y caricias que desnudaban la palabra y mostraba tal cual su texto.
Un abrazo!!
Oski, la verdad me alegra que vengas seguido a visitarme.
ResponderEliminarTe cuento que me gusta mucho como escribes y el afecto que pones en tus comentarios.
Si no te parece mal te enlazaré para no perder contacto contigo.
Hermoso lo que describes de este encuentro, las palabras laten al compás de los sentimientos...
Besos
Me ha gustado y me he sentido muy identificada. Me encanta la parte en que narras la despedida. Ojalá nunca dejéis de dar la vuelta y besaros como si se os fuera la vida en ello.
ResponderEliminarUn saludo
Bienvenidas sean las tablas de salvación si tienen esos sentimientos.
ResponderEliminarUn placer leerte.
ResponderEliminarSe me ha hecho corto, muy corto. Ha parado unos minutos el reloj. Enhorabuena
ResponderEliminarBesos
Me ha encantadola dscripción de tu post!!! A veces esos momentos que la vida t da son taaaan especiales.
ResponderEliminarBesos
Una historia preciosa y sexy ;) Para que luego digan que sólo sabes escribir cosas tristes ;)
ResponderEliminarUn cuento así debería devolver la esperanza en el amor a más de uno.
Un besote enorme,
Mun
Me ha gustado. Un delicado relato cargado de sentimiento, cariño y amor contado de una manera muy sutil.
ResponderEliminarSalud
Me encantó la historia y cómo la cuentas.. Describes esos momentos mágicos, que son a la vez únicos y universales, porque siendo tan tuyos, despiertas recuerdos en los que te leemos, vivencias que nos hacen sonreir con un poquito de nostalgia y siempre con esperanza. Porque en los libros, relatos breves, cuentos.. cada uno lee lo que lleva dentro. Un fuerte abrazo!
ResponderEliminarAquí hay algo para tu Blog, pero no te apures porque es como las lentejas: "si quieres lo tomas y sino, pues lo dejas" ;)
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