Tristes guerras si no es amor la empresa.
Tristes, tristes
Tristes armas
si no son las palabras. Tristes, tristes
Tristes hombres si no mueren de amores.
Tristes, tristes
Miguel Hernández,
Con este poema voy a despedir el año.
Ayer, mientras viajaba en metro armado con mi libreta, intentaba escribir alguna que otra idea para un nuevo relato y/o reflexión. Levanté la mirada y una foto hizo que mi alma se quebrara. Cinco niñas envueltas en una sábana yacían bajo un gran titular : “Israel mata a cinco hermanas palestinas junto a una mezquita”.
De repente todos los “problemas” que se agolpaban en mi cabeza ya no parecían tales y me puse a pensar en esas cinco almas que no verán llegar el año nuevo. La muerte las sorprendió durmiendo. Quizás esa misma tarde habían rezado en la mezquita a su dios para poder salir a jugar a la calle sin miedo a que un misil les arrebatase todos sus sueños de golpe, para ver a su madre sin el temor en el rostro, para acudir al colegio día tras día sin ver pupitres vacíos de sus compañeros.
Otra zona cero más en este mundo. Ni siquiera en navidades se forjan treguas y siguen saliendo a la luz los fantasmas del pasado. No puedo evitar pensar en esa madre a la que la vida le acaba de dar un duro golpe. No puedo evitar pensar que lo tenemos todo y ellos nada. Ojalá pudiera hacer algo más que estar aquí sentando escribiendo esto.
Pero no es necesario irnos tan lejos. En nuestra propia ciudad hay historias en cada esquina que ponen los pelos de punta. Ayer en Chamartín una chica joven tocaba la flauta. Sé que era joven porque su cara era la de una niña, sin embargo su pelo estaba lleno de canas prematuras. Me pidió dinero y le di lo poco que llevaba suelto. Me dedicó una sonrisa, y dijo:
-Felices fiestas —después siguió tocando.
Siguió sonando en mi cabeza la canción durante un largo rato a lo largo de la Castellana, era alegre pero tenía un toque de tristeza, el toque de tristeza del que se siente vacío. A lo largo de la calle seguí encontrándome más y más personas pidiendo y deseándome un feliz final de año y una mejor entrada del nuevo.
No sabía si devolverles el deseo, darles algo o ambas cosas. Me sentí impotente en esos momentos y sin saber qué hacer. Fui consciente otra vez de la gran suerte que tengo de no necesitar nada, de vivir bajo un techo y de tener comida en el plato cada día.
Por eso intento apartar en la medida de lo posible mis malos momentos, comparándolos con otras cosas peores y pensando que al fin y al cabo todo podría ser peor de lo que es. Pero es inevitable hacer repaso y como ya es costumbre en mí año tras año, voy a hacerlo:
En lo personal ha sido quizás un año con dos partes bien diferenciadas. El fantasma de la depresión ha querido aparecer en mi vida y se ha empeñado en oscurecer todos los buenos momentos. Pero por suerte no lo ha conseguido.
Ha sido un año en el que he puesto a prueba mi capacidad de adaptación. Volver a una vida académica lejos del mar y del barco no ha sido nada fácil, todavía seguía sintiendo que mi sitio no estaba del todo definido y con esos temores he tenido que ir avanzando. Lejos de salir mal he conseguido las mejores calificaciones de mi vida y se han abierto puertas a la esperanza por lo que me siento totalmente orgulloso.
También estaba el tema de los amigos, dos años fuera son mucho tiempo y cambia todo. Me he dado cuenta de que hay gente que merece la pena y gente de la que es mejor no preocuparse. Darle vueltas sólo te hace sentir infeliz y no te deja vivir tranquilo. He seguido tendiendo mi mano, como lo he hecho siempre, aún sabiendo que muchas personas me harían daño. Y no me arrepiento, porque es mi forma de ser y no pienso cambiarla. Al fin y al cabo he aprendido a ser prudente.
En el amor mejor no hablamos. He preferido pasar página y recordar lo que fue y no lo que no fue o pudo haber sido. Porque como decía Tagore: “Si lloras porque se ha puesto el Sol las lágrimas no te dejarán ver las estrellas”. Así que abro otra vez los ojos con más fuerza que nunca y no cierro las puertas a nadie, como he venido haciendo hasta ahora. Ya no tengo miedo a que me hagan daño. Sólo quiero ser feliz.
En lo literario todo ha ido viento en popa, podría decirse que este ha sido mi año más prolífico.
La editorial Hipálage me publicó un microrrelato en el volumen “A contrarreloj II" y he participado en “Cuentos de un futuro inCierto” con mi relato “Ecos de prohibición” (de la que por cierto todavía tengo ejemplares para todos los que queráis conseguir uno). En el portal ociojoven estoy escribiendo junto a mi amigo Pedro Escudero, un relato largo en varios capítulos que se titula “La muerte de un mito” (por cierto, su blog “Más cuento que calleja” ha ganado el premio al mejor Blog de Cultura que otorga el diario 20 minutos).
Me encuentro inmerso actualmente en varios proyectos que irán saliendo a lo largo del nuevo año. Mi sueño para este 2009 es seguir escaldando peldaños, no perder las fuerzas para escribir y mejorar día a día.
Por todas estas cosas no puede decirse que haya sido un año malo, porque aunque anímicamente haya sido el peor de mi vida, está claro que en cuanto a logros ha sido de los mejores.
Por eso esta noche sólo me queda brindar en compañía de mi familia, a la que quiero con locura. Después vendrán las risas con los amigos y espero que sea una noche memorable.
Tendré un recuerdo por Palestina y por toda la gente que está sufriendo y no podrá brindar con nosotros. Y desearé que en este 2009 todo cambie a mejor, aunque sea mínimamente.
Un abrazo a todos. Feliz salida y entrada de año.
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31 de diciembre de 2008
Adiós viejo amigo 2008. Bienvenido 2009.
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¡¡Por un futuro incierto (conocerlo sería aburrido) y maravilloso!!
ResponderEliminarPor personas como tú que escuchan la música del lado oscuro
Por un mundo mejor
Por este 2009 que,amigo mio,será,ha de ser,verás como sí,genial!!
\=/\=/
Un abrazo!!
Está claro que en Navidad hay cientos de historias escalofriantes que nos asaltan cada vez que salimos a la calle o leemos un periódico. El pasado 25 de diciembre fui con mis padres al cine, y en Callao vi algo que nunca podré olvidar. Era un mendigo con un perro, acurrucado sobre unos cartones. A su lado, había una señora bien vestida, y con buen aspecto, pero que parecía muy triste. Y le estaba contando al mendigo que su padre la había echado de casa, y que le agradaba encontrar a alguien con quien poder hablar.
ResponderEliminarTal vez debamos alegrarnos de eso, de tener siempre a alguien con quien poder hablar. Y de estar vivos.
En cuanto a tus logros de este año, enhorabuena por haberte introducido en el parentemente inalcanzable mundo literario. Ahora solo tienes que seguir escribiendo, y dejándote llevar, las heridas acabarán cicatrizando. Siempre lo hacen. Además, Goytisolo escribió aquello de "Otros esperan que resistas, que les ayude tu alegría, que les ayude tu canción entre sus canciones".
Lo dicho: feliz comienzo de año. Un abrazo.
Qué casualidad. Yo he empezado mi post de ayer con los mismos versos que tú y, ¿qué más puedo añadir a ese respecto?
ResponderEliminarPor lo demás, se puede decir que éste ha sido un buen año para ti, ya que has salido exitoso de los proyectos que has emprendido. Eres muy joven y tienes una gran proyección. Te deseo muchos más éxitos y que no pierdas nunca la sensibilidad que tienes, unida a tu capacidad analítica y crítica.
Seguiré por aquí durante el próximo año, Oski.
Me gustaría tener un ejemplar del libro. Tengo publicada mi dirección electrónica en el blog. Si te pones en contacto conmigo a través de ella, vemos la manera.
Feliz Año!!!
Feliz 2009, Oski.
ResponderEliminarY Feliz 2010.
Y Feliz 2010
Y Feliz Vida :D
Lo mereces, hermano.
2009 besotes,
Mun
Estoy convencida que éste año recién estrenado te va a traer muy buenas alegrías en todos los aspectos. Estoy contigo: la realidad cómoda del día a día nos hace egoístas e impide que apreciemos lo mucho que tenemos y de lo que otros carecen. Un abrazo.
ResponderEliminarApreciado Amigo de tantos viajes:
ResponderEliminarGracias por haber estado siempre en mi barco,
Paso especialmente a desearte muchas felicidades .
El Navegante.-
Saludos y feliz año nuevo a tí también! Espero que este sea un año de felicidad y salud para tí y para las personas que más quieres.
ResponderEliminarSaludos,
Sara.