Volvió una tarde lluviosa. Hacía mucho tiempo que no pisaba aquel lugar, bajó del coche despacio y dejó que sus zapatos chapotearan contra el asfalto, abrió un paraguas y empezó a caminar. El agua golpeaba la tela que lo cubría y con cada gota afloraba un nuevo recuerdo en su mente. Pasó junto al parque y cerró los ojos, se vio a si mismo con muchos años menos, jugando con una pelota, había más niños alrededor y todos correteaban alegremente. En un columpio se balanceaba una preciosa niña rubia de ojos azules, con una sonrisa de oreja a oreja, recordó que se quedaba embobado observando su vestido meciéndose al viento y su larga melena ondeando como la bandera de un buque en mar abierto. Victoria, así se llamaba aquella niña a la que nunca había dirigido la palabra y sin embargo la conocía mucho mejor de lo que cualquier otra persona había conseguido conocerla nunca.
Una ráfaga de aire frío desvió su pensamiento al golpear su rostro, siguió andando cabizbajo y llegó a la iglesia, recordó los domingos por la mañana y el repiquetear del campanario, su traje recién planchado con olor a lavanda y a todos los vecinos acudiendo de la mano de sus mujeres e hijos. Jamás comprendió tanta hipocresía, allí todos parecían ser buenos, sin embargo, en casa su padre no se cansaba de repetir que aquel pueblo estaba lleno de “hijos de puta”. Consiguió ahuyentar una vez más sus pensamientos y dirigió su mirada hacia el otro lado de la calle, donde una cálida luz anaranjada brillaba sobre una puerta verde de estilo victoriano. Allí podría tomar una copa.
Entró y el tintineo de las campanitas colgadas sobre el marco de la puerta hizo salir de su ensimismamiento al camarero que rápidamente sonrió. El local estaba totalmente vacío, unas cuantas mesas y sillas de madera solitarias daban un aspecto lúgubre y sin embargo acogedor al sitio.
- Buenas tardes caballero, ¿qué va a ser?
- Un whisky bien cargado, jefe¬–el camarero lo miró a los ojos intentando reconocer aquella mirada.
- ¿Nos conocemos?
Un gesto de sorpresa iluminó sus caras. Hace años habían sido inseparables, sin embargo la vida los había llevado por caminos diferentes.
- ¡No puedo creerlo! ¡Eres tú! ¡Has vuelto! ¿Cuánto tiempo ha pasado? ¿15 años?
- Creo que 17 para ser exactos, pero no estaré mucho por aquí...- dijo a la vez que desviaba su mirada
- ¿Qué te ha traído de vuelta? ¿Cómo te trata la vida?
- La vida me trata…que ya es bastante. He venido buscando respuestas a mis preguntas.
- ¿Y pretendes encontrarlas en un bar de pueblo?
- Nunca se sabe…
Ambos sonrieron y charlaron animadamente. Se contaron su día a día, lo que habían hecho en todo ese tiempo, lo que pretendían hacer en un futuro y se dieron cuenta de que, a pesar de la distancia, seguían siendo inseparables…
- ¿Vas a contarme ya qué es exactamente lo que buscas?
- Ya te lo he dicho, sólo quiero una respuesta…
- ¿A qué?
- A la vida, al amor, a la distancia, a la soledad, al porqué de tantos años lejos…
- Eso son demasiadas respuestas…
- O una única que las resuelve todas…
Victoria se había marchado para siempre una tarde de Otoño, no apareció ese día por clase y tampoco fue a jugar al parque. Creyeron que estaba enferma, pero después de dos meses de ausencia se replantearon aquella idea.
La triste realidad era que Victoria había muerto, con tan sólo nueve años y toda una vida por delante. Nadie sabía la razón exacta, su familia se había marchado del pueblo tan sólo tres días después de su fallecimiento, quizás para evitar recordarla constantemente y que aquello fuera aún más difícil de superar.
Nadie conocía la razón exacta, o tal vez sería más correcto decir que “casi nadie” pues aquel niño que jugaba con la pelota alegremente, cuyo nombre era Peter, había guardado durante más de veinte años un secreto, un secreto que lo había hecho marchar del pueblo y que no comprendía del todo.
El último día de Victoria fue como cualquier otro, subió a su columpio y se balanceó con calma. Peter se quedó embobado mirándola y ella sonrió como de costumbre. Ese día se alargó más de lo normal, todos los niños se habían marchado ya a sus casas y sólo quedaban ellos dos. Ella paró el columpio, se acercó a él dando saltitos y le entregó un cuaderno. Se quedó embobado sujetándolo y viendo como ella se alejaba por la calle. Ya nadie la volvió a ver nunca.
-¿Y qué tenía escrito el cuaderno? Peter –preguntó el camarero…
Se hizo un silencio de dos segundos que pareció alargarse eternamente en el tiempo.
- Nada, eso es lo más curioso de todo, no tenía escrito absolutamente nada –sacó el cuaderno de un bolsillo interior de su chaqueta y lo tiró sobre la barra, su amigo lo cogió y pasó las páginas con calma. –Y la nada me ha vuelto loco durante todo este tiempo, este cuaderno ha sido el origen de mi huida, de mi eterna búsqueda personal, de mi exilio…
- Quizás no supiste entender el mensaje Peter, quizás ella quería que escribieras las veces que te quedabas embobado mirándola para recordarla cuando ya no estuviera, quizás lo que realmente quería, era que dejaras caer en él todos esos pensamientos que te carcomían por dentro, quizás el cuaderno era el principio de una liberación, una liberación que ella no pudo tener y que quiso entregarte a ti ¿no lo entiendes?
Definitivamente Peter no entendía nada, se despidió de su amigo, cogió su cuaderno y se marchó.
Seguía lloviendo, abrió su paraguas y empezó a caminar pensando en las palabras que su amigo le había dicho. Quizás tuviera razón o quizás no.
En su entropía mental no se dio cuenta de que otra persona caminaba por la calle en dirección contraria a él y chocó irremediablemente tirándola al suelo.
Se disculpó exageradamente y arrojó su paraguas a un lado, se agachó a ayudarla, miró su rostro y no pudo contener una exclamación de asombro cuando vio unos preciosos ojos azules y una melena que ondeaba al viento como la vela de un buque en alta mar…
CONTINUARÁ... siempre y cuando queráis que así sea
NOTA: Relato bajo una licencia Creative Commons(©). Si deséais poneros en contacto conmigo, comentar este relato, decirme que me dedique a otra cosa o simplemente podéis darme una respuesta de lo que significa lo que he escrito, podéis contactar conmigo en utopiaendiasrojos@gmail.com o bien dejar comentario o quizás ambas cosas. En vuestras manos queda.
Un abrazo a todos/as
Peter... Ese nombre me da qué pensar. Será una tontería. Ya tengo una teoría, pero ni de coña te la voy a contar, que fijo que no tienes escrita la segunda parte y me copias.
ResponderEliminarAhora en serio, me alegra que vuelvas y que lo hagas en tercera persona.
Un abrazo
Quiero que así sea XD
ResponderEliminarSabes qué? Ninguna entrada tuya me ha sabido tan bien como ésta.
ResponderEliminarSigues dándole vida a las ideas y te dejas ver vivo.
Un abrazo de "bienvenida"!
Que genio eres, me alegra que haya vuelto por aquí y que sigas escribiendo tan maravillosamente como siempre.
ResponderEliminarTambién me ha venido a la mente una continuación para la historia, pero esperaré a la tuya, que seguro que me sorprende, como siempre =). Un abrazo
Pues a mi me gusta mucho cómo desarrollas los pensamientos de Peter... Me ha gustado cómo has descrito el momento en que saca el cuaderno para que lo vea su amigo, ese punto de desesperación al tirarle...
ResponderEliminar...yo quiero seguir leyendo...
Besukos
Que conste que estás aquí abierto, pero quiero leerte atentamente y a lo mejor tardo :)
ResponderEliminariiiiiiiiiiii
ResponderEliminarpero qué guayyyyyyyy
que continue, que continueeeeee!!!!
Pero ya!!!
que chulo te quedó Oski, cómo me alegro de que hayas vuelto!! :)
(Tienes razón con lo de los profes, no tengo nada que rebatirte :D)
un abrazoo
Vaya,vaya, entro aquí a empezar mis deberes y ...me encuentro que han aumentado XD!!! (Perdona que ayer no te contestara el sms, me pillaste en medio de una reunión de féminas, y luego se me fue la pinza XD!)
ResponderEliminarSobra decir que me alegra mucho tu vuelta...tú ya lo sabes, y a mí, a veces no se me da bien expresar cuanto :)
Es un relato maravilloso, sobretodo por esa tonalidad entre el misterio y el romanticismo que consigues darle. Me gusta mucho y espero que lo sigas, porque tiene algo especial...tiene el olor del Reencuentro :)
Además creo adivinar una clara simbología en los nombres de los personajes principales...Peter y Victoria, me atrae esta unión de conceptos que chocan de nuevo al cabo de los años :)
Es usted un escritor de los pies a la cabeza pequeño...me quedo a las espera y bien atenta para ver el transcurso de esta nueva aventura ;)
Un abrazo inmensoooo... casi tanto como tu don!
Claro que quiero que continúe. Y claro que quiero que sigas volviendo. Este relato tiene sabor a Oski.
ResponderEliminarUn beso,
Mun
Y aquella libreta le dio la respuesta que buscaba, solo tenía que empezar a escribirla sobre ella.
ResponderEliminarYa anteriormente escribías muy bien y lo sigues haciendo.
Un abrazo quillo
Comunicado desde la República Independiente de la Banana.
ResponderEliminarSeñorito Oski, espero una actualización en los próximos días. Desde que mi futuro económico depende de su bullicidad literaria estoy de lo más interesada en el avance de nuevas creaciones.
......bonsai......
ja! revanchaa!
No te confundas ni un poco muchacho.
ResponderEliminarMis royalties no tienen nada que ver con nuestro póquer arbolístico.
sigo con el 50% Oski, no te engañes!
Acacia
JA!!!!!
No te digo "bienvenido de vuelta" porque en el fondo nunca te has ido ;)
ResponderEliminarEncontrar respuestas a la nada es mucho más jodido, es un nivel superior. Normalmente se convierte en una búsqueda inalcanzable, pero no es imposible: si hay una pregunta por definición debe existir una respuesta.
No te hagas de rogar tanto y publica una continuación.
Ehse
Ojito!
ResponderEliminarque tengo los cuatro ases!
eucalipto
arce
Ficus
Ciprés
eso se merece no el 50% sino el 80%
Desde luego, aún no te diste cuenta de que mi 50% es estático, lo único que puede hacer es aumentar pero nunca se rebajará juntandose con números de poca clase como el 40...
ResponderEliminarCedros (que no Cedrick Diggori)
Higuera
Chopo
Laurel
Brezo
¿cómo se te queda el cuerpo?
tambaleante, seguro
Bueno, me doy por vencidita. Voy a cerrar mi parte del juego con uno nada más. LO que pase después ya ye cosa tuya!
ResponderEliminarPalmera! ^^
Oh, me rindo sin ningún tipo de rencor.
ResponderEliminarQue acabe así la partida porque me encanta tu última jugada.
:)
....podrías haberlo hecho mejor....pero bueno...responderé con:
ResponderEliminarZelig!
...hmmmm... (ja!)
Hannah y sus hermanas.
ResponderEliminar"Maridos y Mujeres": "Todos dicen I love you".
ResponderEliminar"desmontando a Harry" con "Alice" en "septiembre" nos encontramos "cachitos picantes".
ResponderEliminar"annie Hall" es "otra mujer" de esas que no saben evitar "granujas de medio pelo" como Oski. "todo lo demás" es hablar por hablar.
ResponderEliminar"Lily la tigresa" imparte doctorados sobre "Todo lo que usted siempre quiso saber sobre el sexo y nunca preguntó".
ResponderEliminarSi le interesa solo debe buscar en "Manhattan" el edificio con "ascensores de fresa" y ventanas de pica pica.
Veo "sombras y niebla" en tu derrotero. "La tapadera" bajo la que te escondes se derrumba poco a poco.
ResponderEliminarOjito, un 1-1 no es nada para una "Poderosa Afrodita" como yo.
"La última noche de Boris Grushenko" (y Oski) todo el mundo comió "Bananas" y los "Recuerdos" fueron tantos que los "Interiores" del estudio ardieron en llamas.
ResponderEliminar¬¬
Bienvenido, buen regreso has tenido con este texto, por mi parte espero que lo continues pronto.
ResponderEliminarUn saludo