Será...

Rara vez alguien consigue ponerme nervioso en el sentido en que tú lo haces. No sé si es respeto, admiración, deseo, atracción o todo a la vez, pero despiertas en mi interior algo que hacía tiempo no sentía con nadie.

Será por tu forma de recordar versos y asociarlos a cada situación que vivimos o quizás sea esa ironía que viertes con cada comentario y que va acompaña de una profunda, aunque tímida sonrisa.

Será por ese pesimismo, cargado de optimismo, que tanto tú como yo compartimos y que no entendería nadie, pues aunque parece antagónico, para nosotros es cotidiano.

Será que me gusta verte reír y que cada vez que rozo con disimulo tu mano desearía tomarla entre la mía y mirarte a los ojos, tan profundos y sinceros que puedo ver el mar y el cielo juntándose en ellos.

Será que me muero por un abrazo tuyo, aunque nunca te haya robado ni dado uno y sentir el calor que desprendes cerca de mi a la vez que huelo tu cuello y me transporto a esos paraísos desiertos que siempre he querido habitar contigo.

Será que entiendes lo que digo y no me consideras un bicho raro. Que transmites confianza y seguridad, que rizas tu pelo con disimulo mientras esperamos que nos sirvan la cena.

Y sin embargo, y a pesar de haber sentido estas cosas, siempre te he sentido tan lejos que pienso que nunca existieron estos momentos, que mi mente volvió a tenderme una trampa en su eterna búsqueda de la perfección. Un vacío por dentro que no sé explicar se ha apoderado de mi…

Tal vez será que ya no me queda corazón…

A mi desgracia más rubia…

NOTA: Tal vez parezca que estoy desaparecido y que no escribo, esto se debe a que estoy publicando relatos en otro blog: Tropiezos y Trapecios, que comparto con dos grandes personas y mejores escritores, Favole y Guille. Algún día colgaré por aquí una de las entradas o dejaré un listado. Besos y flores compañeros/as, amigos/as. ¡Mil gracias por leerme!