Qué cansado es pensar en ti, de
verdad, qué cansado. Todo el día dando vueltas en mi cabeza, sonriendo con ese
blanco polar tipo dentadura de anuncio, todo el día tentándome a caer en las mieles
de tu cuerpo y en esas colmenas que llevas en el pecho, aunque todavía no vi
abejas rondando pero estoy seguro que si me acercara saldría aguijoneado.
Cómo escribo yo ahora esto. Cómo
reflejo en un papel lo que te echo de menos, las ganas que tengo de ser verdaderamente
libre para aparecer en la puerta de tu portal provocando un atasco de medio
kilómetro, tocando el claxon como un loco, subiendo el volumen de la radio mientras
Sabina canta aquello del Bulevard y viene la municipal a ponerme el multazo del
siglo mientras tú bajas y me dices "¿de verdad hace falta dar tanto la
nota", y yo te respondo que sí, que es absolutamente necesario.
Qué putada amanecer sin ti. No sé
lo que me pierdo. Qué putada que amanezcas sin mí. No sabes lo que te pierdes.
Aunque de perdernos tenemos un máster y podríamos dar conferencias, sabemos
desaparecer como si fuéramos campeones del mundo en escapadas. Se nos da bien
fingir que no nos necesitamos y que podemos encontrar otros brazos que nos
consuelen. Tal vez hasta tengamos un poco de razón.
Sigo con mi vida pero el metro me
cansa, ya ves que si me cansa, me cansa el trabajo, me cansa lo que escribo, me
cansa pensarte tanto, me cansa no pensarte tanto, me cansas, joder. Vaya lío de
gorriones tengo en la cabeza. Vaya nostalgia azul y versitriste. No hay cerveza
suficiente para ahogarme.
Será que ya he cumplido
veintiocho, aunque si te soy sincero me siento igual que con veintisiete. Ni
más sabio ni más nada. Igual. Sigo desayunado en tu taza. Sigo riéndome de mis
chistes y ocurrencias. Sigo creyendo que las letras me salvarán y que algún día
vendrás con las orejas gachas pidiendo auxilio. Y que yo estaré lejos cuando
eso ocurra, como poco en la tercera nube.
Ni siquiera sé para qué te dejo
las señas si no vas a venir a buscarme. Si no vas a estrellar tu cuerpo contra
el mío. Ni tampoco sé para que te grito todo esto si en realidad yo tampoco voy
a hacerlo.
Tal vez sea mi forma de liberar
este torbellino de ideas que me asalta cada noche, de dejar que vueles y de
volar contigo.
Desde luego, tengo una forma muy
extraña de volar.
thINK by Marek
NOTA: Últimamente dispongo de muy poco tiempo para comentar los blogs que sigo o para devolver los comentarios. Ruego sepáis disculparme, os agradezco enormemente que sigáis leyéndome y comentándome, os sigo leyendo desde la sombra, en cuanto pueda dejaré huella. Abrazos.
Pero sigues llenando domingos, eso es lo importante :)
ResponderEliminar"Qué putada amanecer sin ti. No sé lo que me pierdo. Qué putada que amanezcas sin mí. No sabes lo que te pierdes."
Muy buen juego.
Qué curioso, que yo también vuelo (a veces) de la misma forma que lo haces tú.. Mediante las letras.
ResponderEliminarY es que ahora, aún a pesar de lo que sabías.. vuelvo a volar libre. Otra vez.
Duele tanto pensar en alguien... soñar con esa vuelta.. Al final se acaba volando de nuevo sin mirar atrás.
ResponderEliminar" "¿de verdad hace falta dar tanto la nota", y yo te respondo que sí, que es absolutamente necesario."
ResponderEliminarNo sé porqué pero esa frase me encanta.
Cuídate.
No quiero ser malhablada pero jo.der cómo me ha gustado.
ResponderEliminarLo importante siempre es que no falten esas alas...
ResponderEliminarAbrazos Óscar!
Pero y lo que se disfruta a veces echando de menos a alguien o a algo, aunque lo neguemos, aunque sea una forma malsana de disfrutar....
ResponderEliminarLleno de buenos momentos que paladear tu escrito, me gustó mucho...
Un abrazo
Creo que has reflejado cómo nos sentimos en ese momento en el que todo es incertidumbre, vacío.
ResponderEliminarNada nos hace estar felices. Y esto es muy triste.
Me han gustado muchas frases de este texto, pero me siento identificada con esta "Se nos da bien fingir que no nos necesitamos y que podemos encontrar otros brazos que nos consuelen."
Un abrazo Oscar!!
Martina.
"Me cansa no pensarte tanto, me cansa, joder"
ResponderEliminarTodo tiene un limite.
Volar siempre será volar, aunque sea raso. Al final la altura se recupera.
ResponderEliminarUn abrazo!
Hermoso texto, me re llegó!
ResponderEliminarMe quedo con esto: "¿de verdad hace falta dar tanto la nota", y yo te respondo que sí, que es absolutamente necesario.
Es que la verdad, hay personas que se merecen todo el alboroto posible, escalar el Everest y poner una bandera con su nombre en la cima si es necesario.
Dejamos señas porque lo único que perdemos son las esperanzas. Aunque todos los pronósticos indiquen lo contrario, vamos a quedarnos esperando que golpee a nuestra puerta.
Comento poco pero leo siempre y me encantan tus textos Óscar! Un abrazo cruzando el charco!
El último romántico, Oski, cada vez quedan menos tipos así, capaces de montarla para demostrar su amor, capaces de volar y estrellarse porque ni recuerdan que hace tiempo les cortaron las alas.
ResponderEliminarQué importa si te atreves o no a llevar a cabo tus sueños. Somos más lo que recordamos lo que soñamos, lo que anhelamos... que lo que vivimos.
Un texto muy bello, Oski.
Me has recordado con tus palabras un poco a la canción de Ismael Serrano... seguro que sabes a cuál me refiero, la de Sin ti a mi lado, aquella que dice "Estoy cansado de hacer el mismo recorrido, el mismo trabajo,ver las mismas caras, los mismos paisajes, sin ti a mi lado. (...) Cansado de ir cada noche a los mismos bares, buscándote aunque sé que no estás, que no voy a encontrarte. Cansado de ir cada noche lamentando tu ausencia,
ResponderEliminardirectamente a tu altar para hacerte una ofrenda."
Seguro que ya sabes el resto, así que no te digo más.. bueno sí, que me ha encantado, para variar ;)
Un abrazo