Estoy combatiendo tu ausencia y a
ratos se me hace pesada, trato de encontrar entre los restos del naufragio
algún atisbo de esperanza, algo que me diga que tuvimos una utilidad, que lo
nuestro no fue perder el tiempo ni las ganas que ahora no encuentro.
No sé ya de lo que me defiendo.
Tengo un cansancio enorme de azules en el pecho y todo me resulta nocivo y
tóxico. Me ha agobiado bucear en mis entrañas y trato de mantener la cabeza en
otro mundo que no se parezca para nada al mío. Pero es difícil vadear este río
de aguas bravas que tengo en la garganta y que me arde.
Joder, te prometo que he tratado
de olvidarte y que he dejado entrar en mi cama a otras mujeres y por un rato
hasta me funcionaba, pero no es que no sepan hacerme el amor, es que no sé
hacérselo yo, ya no sé dejar partes de mí en mis uñas ni en los besos, y al
despertar siempre queda un hueco donde anidan cuervos que graznan tu nombre y
que me miran. Así que al final huyo, como siempre, y arrastro en mi cuaderno de
derrotas unos cuantos desastres más.
He abandonado de forma permanente
y definitiva la idea de construir puentes, pues está claro que soy un pésimo
ingeniero y siempre se me vienen abajo. Quiero pensar que será algo temporal,
hasta que encuentre formas de construir que no pasen por ver derrumbarse todo,
pero me he dado cuenta de que en mí, la palabra “temporal”, es más un deseo que
una realidad. Debí darme cuenta al tercer intento, pero ya ves, el aliento
infinito de mi ilusión siempre pudo al griterío de mi cabeza.
Espero que no se me vayan las
ganas de escribir, porque eso sí que sería una putada de la que no sé si podría
recuperarme. Al menos de momento, la rabia, o el sentir que no me gustan las
cartas que están sobre la mesa, me mantiene las ganas intactas, así que tal
vez, no sea mala idea seguir cultivando esas pequeñas malas hierbas, aunque
odie ver mi jardín lleno de ellas cuanto antes sólo había flores.
Sé que todo cobrará sentido a su
debido tiempo pero siempre fui bastante impaciente y, me cuesta horrores
aguantar la espera. Así que de momento como no tengo a mano un sentido que me
calme, toca mandar a la mierda el alegrismo. Estar triste sin paliativos y pasar
este invierno con más frío en el estómago que en la calle.
Tal vez esa sea la única forma de
que pases de largo. Cuando en primavera me florezcan otra vez los poros y
vuelva a ser el pájaro que soñé antes de ti.
... by Mustafa Dedeoğlu
Estoy segura de algo y es que nunca vas a dejar de escribir, y volverás a construir puentes y seguramente alguno se caiga, otro lo destruyas y algún último sobreviva a todos los ataques temporales. Construimos y destruimos casi de la misma forma, no sé muy bien el motivo, pero lo hacemos.
ResponderEliminarAsí que disfruta del invierno, cuídate ese estómago y sáltate la primavera cuando llegue, tú puedes ser pájaro siempre que desees.
Pd: y si dejas de escribir puedes empezar a enviarme cartas...
Ahora tira de una de esas plumas agarrada a tus poros y hazte cosquillas y que vuelva tu sonrisa.
Lo de las cartas no es tan mala idea, hace no muchos años los escritores se carteaban entre ellos (aunque a veces era para ponerse verdes jajaja).
EliminarGracias por el comentario
Abrazo!
Oscarin, en el tercer párrafo te has pasado mazo. Pero es que con la frase "Estar triste sin paliativos y pasar este invierno con más frío en el estómago que en la calle" me has terminado de rematar.
ResponderEliminarLos días ya están siendo más largos, así que de un momento a otro llega la primavera, no desesperes!
Un abrazo!
Eso estoy viendo, que cada día se hace de noche un pelín más tarde, buena noticia para la primavera jajaja.
EliminarNo desespero, ya sabes que mis letras van un poco por encima de mí en cuanto a dramatismo.
Un abrazón!!
Como siempre tus palabras tocan algo muy profundo en los que te leermos. Me ha encantado Oscar, ya no suelo comentar mucho... pero es que me dejas sin palabras cada vez que publicas algo nuevo ;)
ResponderEliminarUn abrazo y feliz año
:-) lo importante es leer, el comentario se agradece pero no es obligatorio. Igualmente gracias por seguir pasando.
EliminarAbrazos! feliz año!
la intensidad de tu escrito impregna la mente
ResponderEliminarGracias mucha,
EliminarSalud.
Lamentablemente a la hora de escribir los pesares dan más de sí que las alegrías.
ResponderEliminarLo importante es tener jardín y dejar que crezca, los bulbos están empezando a salir, ¿quién sabe que sorpresas se esconden bajo tierra?
Un abrazo
Eso creo, que la tristeza lleva siempre el doble de puntos que la alegría en cuanto a la escritura se refiere.
EliminarEsperaremos a ver que nos traen esos bulbos :-)
Abrazos!
Nunca dejes de volar por nadie, que seguro que tienes unas alas preciosas. Un abrazo.
ResponderEliminarhttp://elchicodelmetro.blogspot.com/
Nunca. Siempre hay que volar por uno mismo ;-)
EliminarSalud y gracias por pasar.
Ausencias y lamentos son aliados de la inspiración, y mientras tengas algo que decir, las ganas de escribir seguirán intactas. Aprovéchate de esa combinación, aunque solo sea para seguir deleitándonos con tus palabras. Como lectora, te lo ruego.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz año.
Quedan ganas para rato :-)
EliminarGracias por pasar. Feliz año!