Qué pasará cuando millones de
constelaciones estallando iluminen tus pupilas, cuando sea el viento el que
recoja tus vaivenes, cuando de tus manos florezcan lotos y se alejen de ti los
cuervos negros que anunciaban tu derrota.
Qué sucederá cuando todos los
charcos devuelvan tu reflejo y la bandera blanca e impoluta de la infancia
ondee en tu pecho, cuando no mires sólo desde el dolor y te aleteen en los
brazos los halcones de la belleza.
Qué sentirás cuando cambies las
despedidas por recuerdos
que colgar en las paredes desnudas de tu pecho, cuando entiendas el idioma de
las gaviotas y empieces a formar parte de las olas. Cuando regales un corazón a
cada sobre vacío y escribas cartas de amor en las facturas.
Qué harás cuando acaricies cada bolígrafo y
percibas el latido de la tinta, cuando tiemblen en tus dedos todas las
historias que aún no ha contado, cuando revivan en ti todos los personajes
olvidados y cierres por fin capítulos.
Qué pasará cuando desaparezcan tus ganas de
huir, cuando te declares inocente de lo que te acusas, cuando comiences una
nueva vida lejos de todo lo que te daña y te invadan libres las emociones que
enclaustraste.
Dejarás de hacer preguntas cuando siembres
semillas sobre tus heridas, cuando recojas los frutos de la confianza y compartas
el fuego que te quema dentro.
Y entenderás que vivir siempre
deja poso. Que toda guerra tiene bajas, que para no sufrir sería necesario
convertirse en piedra.
Y que volar... supone desprenderse
de lo que te pesa.
Siempre es un placer, acercarme por esta cara de la luna.
ResponderEliminarUn beso enorme