Le temblaban las manos cuando tuvo que elegir. ¿Obedecer una órden de su oficial al mando y cumplir con su deber como soldado o por el contrario hacer caso a su conciencia y ser juzgado o quizás ejecutado allí mismo por insuburdinación?
Agarró con firmeza su fusil, apuntó con cuidado e intentó aguantar la respiración para evitar moverse lo más mínimo, colocó su dedo índice sobre el gatillo y retiró el seguro del arma
-¡Apunten!,¡Fuego!- bramó el capitán
Diez fogonazos salieron de la nada y varios prisioneros caían abatidos por los disparos.
Era la quinta vez en esa semana que fusilaban prisioneros, "tan sólo son escoria", había dicho el capitán, "no merecen ni el aire que respiran". Pero el cabo Norton pensaba de forma totalmente diferente, sabía que todo ser humano tiene derecho a ser juzgado y a un abogado pero en la guerra las cosas funcionaban de forma diferente.
No recordaba ya la cifra exacta de muertos que había causado su fusil, tanto en el campo de batalla como en las ejecuciones públicas. Había tenido la mala suerte de verle la cara a algunos antes de disparar y sus gestos, sus expresiones se le aparecian en sueños y lo atormentaban una y otra vez. Era la ley del más fuerte, se lo habían grabado a fuego durante sus meses de instrucción en la academia militar, o disparas o te disparan.
Pero una ejecución era muy diferente a un campo de batalla. Aquí los enemigos no llevaban armas y en sus caras podía atisbarse el miedo, sus ojos pedían a gritos clemencia y antes de ser ejecutados habían pasado semanas de cautiverio y torturas en las peores condiciones inimaginables.
El cabo Norton era de los que confraternizaba demasiado con los prisioneros, les ofrecía cigarrillos, chocolatinas y les daba tema de conversación. No quería ser consciente de que eso era sólo temporal y que tarde o temprano el oficial sentenciaria sus horas. Entonces el cabo pasaba a convertirse en un verdugo y su moral lo torturaba mientras dormía.
Otra vez el capitán ordenó a sus diez mejores tiradores que formaran en el centro de la plaza. Cinco prisioneros estaban ya maniatados con los ojos vendados y contra un muro, todos rezaban en voz baja.
-¡Apunten!-Los diez soldados apuntaron contra los indefensos hombres, al cabo Norton le temblaba esta vez más que nunca el pulso, incluso le temblaban las piernas, su frente estaba empapada de sudor frío mientras esperaba la órden de disparo.
-¡Fuego!-Diez disparos se escucharon en la plaza, tan solo nueve impactaron contra los prisioneros, el décimo disparo acertó de lleno al capitán que yacía muerto sobre el suelo envuelto en un charco de sangre. Después se escucharon muchos más disparos y el cabo Norton caía abatido. Dirigió su mirada al cielo, creyó ver las caras de todas sus víctimas sonriéndole. Les devolvió la sonrisa y un segundo antes de cerrar sus ojos para siempre recordó aquella frase de Platón "Sólo los muertos ven el final de la guerra".
NOTA: Éste relato forma parte de mi participación como miembro de "El cuentacuentos". Se encuentra bajo una licencia © Creative Commons.
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24 de julio de 2007
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No sabés lo que me pasó, no pude terminar de leer el cuento, me pareció muy duro e iba imaginando las escenas...
ResponderEliminarSaludos!
¡Juer Oski!, es que parece que estas ahí que te ván a fusilar, a mi me ha puesto la piel de gallina. Vamos que lo he vivido en plenitud... El final me encanta. Besitos. :)
ResponderEliminarLuz de Luna
Vale, me repito, lo admito, pero es que me pones muy difícil poder decir algo distinto a ¡me encanta!
ResponderEliminarEs un relato muy duro, que probablemente sea más real de lo que podamos pensar.
Me ha gustado mucho mucho mucho el final.
Salu2
Un relato muy duro...has logrado meterme de lleno en el ambiente. Me ha gustado el final. Por cierto...me ha llamado la atención una cosa...y es que...¿se "necesitan" diez soldados...para fusilar a cinco prisioneros? Si es así me ha parecido un detalle curioso y que contribuye un poquito más en la credibilidad del relato.
ResponderEliminarHasta otra!
Has sabido ambientar muy bien este relato tan duro, algo que tiene mérito, porque la guerra es una situación que, por suerte, ni tú ni yo hemos vivido (y espero que no vivamos ;))
ResponderEliminarUn beso,
Mun
Duro, muy duro... real, muy real...
ResponderEliminarSolo los muertos ven el final, si, pero no el de la guerra, que lamentablemente sigue y sigue.
ResponderEliminarQué bueno, Oski.
ResponderEliminarDebe ser difícil seguir los principios en una guerra... no sólo seguirlos, sino darte cuenta de que tus principios ya ni siquiera eran esos cuando empezó todo, y que te han comido tanto el tarro que has hecho cosas que antes ni imaginarías...
Al menos alguno tiene el valor de hacer algo como tu personaje...
Me ha gustado mucho.
1saludo!
Darka.
Ole, ole y oleeeeee!!! La has bordado marmotilla. No tengo ni el más mínimo pero, es brutal y tremenda de principio a fin!!
ResponderEliminarAsí que nada: te echo flores, me quito el sombrero, te aplaudo y te regalo chucherías, jejeje!! ;)
Aunque lo mejor de todo es el final. Hay que ser cuidadoso cuando se cita y no todo el mundo debería hacerlo (al menos en vano... jejeje), pero hasta eso lo has clavado!
Mil besotes solete!
Ufff tío, has colocado perfectamente ahí la verdadera moral y la verdadera ética en un paisaje ausente de ella. Me has hecho recordar los familiares que murieron fusilados en la Guerra Civil, que obviamente no conocí pero que gracias a historias que mi abuela me ha contado, he podido saber de ellos... y se me han puesto los pelos de punta!!
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, el cabo Norton es un angel demoniaco!!
Un abrazo!
Vaya! qué montón de sentimientos enmarañados han salido a flote en un momento...
ResponderEliminarNo tengo claro qué haría yo en el lugar del cabo...
Bonito relato
Nos leemos
Jamás entenderé como pueden matar porque lo ordene otro y como se puede cambiar nuestros valores por una guerra. Quizás no puedo entender que haya guerra, aunque he de confesar que soy capaz de matar por proteger mi gente, mi tierra y la vida, pero no como tu soldado para que no lo fusilen, en ese caso me dejaría ajusticiar sis el menor reparo.
ResponderEliminarMe gusta el relato bélico, porque es el único modo de comprender lo inútil de las guerras.
Un abrazo.
Te felicito por tu crudo relato, has conseguido que nos metamos en la piel del cabo y que pensemos qué haríamos nosotros en su lugar. Yo, al igual que los demás compañeros, encuentro muy bueno el final.
ResponderEliminarUn abrazo.
Mary
Es increíble como en situaciones extremas se descubre la verdadera naturaleza de las personas y por eso las guerras y lo que deriva de ellas resultan aterradoras porque el salvajismo se manifiesta de un modo muy terrible.
ResponderEliminarSaludos y un abrazo!
Siempre es un placer pasar por tu utopias, pero esta me ha gustado especialmente el tema que has elegido(el cudro que has puesto ni que pintado, como la frase de Platón)
ResponderEliminarVamos un cuento-social-reflexión que una vez más me deja encantado.
Un abrazo,
Pedro.
Dicen en los libros de "Cancion de hielo y fuego" que si uno dicta setencia de muerte, debe de ser capaz de ejecutarla por si mismo. De ahi que el protagonista no use verdugos en su reino. Si eres capaz de determinar pena de muerte, tambien debes de serlo para enfrentarte cara a cara con esa persona, escuchar sus ultimas palabras y mirarla a los ojos antes de decapitarla. Este cuento me ha recordao a eso. Mu bien escrito, por cierto y con un grn final!!
ResponderEliminarAnte todo millones de disculpas por la tardanza, me merezco una buena reprimenda lo reconozco :P pero es que he estado ultimamente arriba y abajo...¡¡¡ y sin freno!!! gages de este oficio que es la vida, jejejeje!!! Ya me puse al día con tus post!!! Respecto al anterior decirte que es ciertamente precioso niño, supongo que ya queda un poquito menos para que tu angel vuelva a tus brazos...ya verás como la espera seguro que vale la pena, y la atmósfera volverá a subir antes de lo que crees :) Respecto a este, el más reciente ¿qué puedo decirte? a veces me dejas sin palabras niño (¡y mira que es difícil!). Me ha encantado la historia, en especial el final...el triunfo de las propias creencias, de la propia fe, que aplasta la crueldad que a menudo llamamos "realidad". "Lo más terrible se aprende en seguida y lo hermoso nos cuesta la vida" cantaba Silvio Rodríguez...no pierdas nunca esa rebeldía niño, esa batalla que llevas con el mundo, este concepto de justícia que te caracteriza y que brilla, hoy, todavía más si cabe.
ResponderEliminarInfinitas gracias por tu regalo en forma de poema (y de Salinas nada más y nada menos ¿te dije alguna vez que lo adoro? que intuición tienes niño;) Pues sí, ya tengo un añito más ¿y sabes? te doy las garacias a ti también, por haber aparecido en la oscuridad como algo mágico, por ser una de esas personas que cree que un mundo mejor es posible, por ser un trobador de sueños:) Poema con poema se paga, hoy te otorgo a ti uno de Mario Benedetti:
"No te quedes inmóvil al borde del camino,
no congeles el júbilo,
no quieras con desgana,
no te llenes de calma,
no reserves del mundo solo un lugar tranquilo,
no dejes caer los párpados pesados como juicios.
No te quedes sin labios,
no te duermas sin sueño,
no te juzques sin tiempo.
No te salves ahora,
ni nunca...
No te salves"
Miles de besos niño!!! Y un abrazo más que enorme!!! A ver si te pillo un día de estos por el messenger! Que quiero saber como llevas ese asuntillo que me tiene encant (h ) ada!!!!
Yo que tú quitaría la licencia de Commons y los registraría legalmente. Tus textos son muy buenos. Cuídalos. Te beso, amigo. :)
ResponderEliminarDiscúlpame por la tardanza en que acudo a leeros no ya esta semana sino anteriores a causa del día a día que marcan las jornadas laborales y que pronto serán fusiladas por un pelotón vacacional!! :)
ResponderEliminarPero aunque tarde no dejo de leeros y como perderme relatos tan bien escritos. No es solo la historia sino tambien la intrahistoria que casi de la mano discurren por entre tus palabras.Dificil unir la guerra con la conciencia, lo normal es que esta pase al olvido durante la contienda ya que es la única forma de asegurarse al menos mas tiempo de vida. Pero en toda guerra hay personas, héroes para unos traidores para otros, humanos para ellos mismos que rompen la cobarde monotonía sacrificando su vida.
Genial killo, un abrazo!!
..CUÁNTO RATO ME HAS TENIDO DIVAGANDO AQUÍ!!
ResponderEliminarSIEMPRE QUE ME MENCIONAN GUERRAS..PIENSO EN LA INFINIDAD DE RAZONES QUE FUIMOS CREANDO PARA ODIAR..
NUNCA SABRÉ EL SENTIDO DE LA GUERRAS..ES ALGO QUE ESCAPA A MIS SENTIDOS..
PENSABA EN TODA LA VILEZA QUE PUEDE AFLORAR DE UN SER HUMANO..¡POR QUÉ?.TAMPOCO TENGO RESPUETAS..
A VECES LE TEMO A NUSTRA PROPIA VORACIDAD..
UN ABRAZO AMIGO
RENÉ
Impresionante. La frase final es un broche de oro que a mí me ha dado escalofríos y todo (y más habiendo visto la peli).
ResponderEliminarGenial Oski, me ha encantado.
Besitos.