Ahora que el Otoño ha empezado y
que mi corazón es un barco en llamas es cuando más necesito perderme en
cualquier rincón. Tal vez debería acudir a lo oscuro de ese bar, donde me
gustaba escribir con una Guiness mientras sentía que se detenía el tiempo allí
dentro y la vida sucedía fuera. Me reconfortaba mirar a través del cristal y
regar mi garganta, calmando el cosquilleo de mis dedos cuando me vaciaba sobre
el papel. Supongo que en cierta manera
hacía el amor con mis letras para calmar el dolor de no ser yo el que te lo
hacía a ti.
No sé bien que me llevó a dejar
de perderme allí. Llegó un momento en que aquel bar estaba tan lleno de tu
recuerdo que era como ir a visitarte a casa. Es extraño porque creo que nunca
estuviste aunque yo te sintiera siempre. Olvidarte me costó muchas cervezas y
aún hoy temo que tu recuerdo me asalte de golpe, sonriéndome, invitándome a entrar de nuevo, pidiéndome a gritos que te
vuelta a plasmar en mis letras y, aunque lo niegue, sé que si paso por la
puerta sentiré unas ganas irresistibles de perderme otra vez en ti, de ahogarme
en los besos que nunca me diste y de saltar al vacío aunque no sepa lo que hay
debajo.
Tal vez tengo ganas de que me
hagan perder la cabeza, a fin de cuentas eras experta en eso. O tal vez ya no
me queda corazón y lo único que necesito es un estímulo para sentir que sigo
teniendo algo ahí dentro del pecho.
Pero qué diablos. La ciudad está
llena de bares y yo no los conozco todos. Tu recuerdo puede esperar.
Al menos todavía…
Que esperen los recuerdos mientras construimos sueños.
ResponderEliminarCuídate.
¡Claro que su recuerdo puede esperar, y claro que hay más bares!
ResponderEliminarBreve y como siempre cargado de emociones.
Un abrazo
...habrá que obligarse a encontrar nuevos rincones que llenar de letras. Nuevos sitios donde volver a enamorarse. Aunque sea de la liberación de escribir, o de borrar anécdotas del pasado.
ResponderEliminarLa clave es querer deshacerse del recuerdo. Descoserse los besos. Y pensar, que hay más bares por descubrir, que días para encontrarlos.
Un abrazo grande! Cuidate!
"Quise mucho a esa chica
ResponderEliminarpero espero que no vuelva nunca más".
Siendo tú no creo que haga falta citar al autor.
Un abrazo
Me encantó. Yo también me pierdo a veces en la nostalgia, pero sabiendo que puedo echar a volar enseguida. Hay que tirarse al vacío, pero ahora con red... El sueño de P.
ResponderEliminarHay más bares que amores, pero siempre se tiene predilección por alguno para la escritura. Yo antes lo hacía en uno a la orilla del mar, pero el tiempo me ha ido quitando las ganas de escribir en los bares.
ResponderEliminarUn abrazo.
Di que sí, no dejes que el pasado te atrape. Sal a disfrutar, a descubrir, a perderte para volver a encontrarte, a sentir... y en definitiva a vivir, porque te lo mereces y mucho
ResponderEliminarNo hay recuerdo que sea necesario, así que sí, cualquiera puede esperar. Los bares sin embargo... son otro asunto :P
ResponderEliminarUn abrazo!
Los recuerdos siempre pueden esperar...
ResponderEliminarLos recuerdos forman parte del pasado y la realidad se impone.
ResponderEliminarAbrazo
Pues eso que espere que hay que fabricar nuevos en este cálido otoño
ResponderEliminarUn placer y un beso
Eso, que espere.. Pero que espere ella y sus recuerdos, tu vive y sueña!
ResponderEliminar"Calmando el cosquilleo de mis dedos cuando me vaciaba sobre el papel".
ResponderEliminarNo creo que exista mejor manera de calmar a la inspiración. Nunca un recuerdo fue tan perecedero como cuando se olvida entre dedos que escriben y que inventan.
Un besazo Oski.
La ciudad está llena de bares y de historias por empezar. Ese recuerdo puede esperar, ya le has dedicado suficiente tiempo y cervezas.
ResponderEliminarMe encanta tu sensibilidad y como escribes. Seguiré pasando por aquí.
Un saludo! :)
Yo si que no podía esperar mas a que el tiempo me diera la oportunidad de leerte, y se la robé :-)
ResponderEliminarPero no puedo seguir echándoles las culpas al tiempo, cuando quien no ha hecho lo que estoy haciendo ahora, es decir, leyéndote, soy yo. Y parece, de hecho lo es, tan fácil como abrir tu blog y leer, pero....lo iba aplazando....hasta hoy!
Y aquí me tienes camarada, reconociendo mi pereza ante esta improvisada barra, con el café ya frío y esas palabras escritas sobre el vaho del cristal que fueron las que me hicieron entrar "Grande, Oski"
Un abrazo!
Las historias giran y giran mientras las escribes y las letras eligen que recuerdos resaltar, embellecer o descartar. Todo depende de nuestra soledad.
ResponderEliminarOh, perder la cabeza, todos la deberíamos perderla de vez en cuando, Oski, pero nunca dejar que se nos oxide el corazón.
Un beso,
Mejor buscar otro bar entonces. Organizar un concurso para elegir tu nuevo bar habitual y hacerte asiduo hasta el punto de que te conozcan los camareros, te llamen por tu nombre y te sirvan tu bebida sin pedirla siquiera.
ResponderEliminarY llenarlo de recuerdo nuevos :)
Un abrazo.
Estímulos que produce el recuerdo y que estimulan a dos polos. Hay demasiados bares en Madrid como para perderte sólo en uno.
ResponderEliminarHD ;)
No se puede vivir solo de recuerdos.
ResponderEliminarAbrazos.