A partir de esta fotografía de Mar Argüello, seis personas hemos escrito una historia encadenada. El orden lo establecimos por sorteo en una de nuestras ya famosas y necesarias quedadas literarias, que no dejan de ser un excusa para beber cerveza, reirnos de todo y proponernos retos como el que sigue. A mi me tocó la quinta parte, os recomiendo ir pasando de blog en blog en orden para ir leyendo la historia al completo.
1ª Parte: San Carbajo
2ª Parte: Ladrón de Guevara
3ª Parte: Vértigo
4ª Parte: Ehse
QUINTA PARTE
Creyó haber
perdido el conocimiento cuando paró a tomar aire, respiró llenando sus
pulmones, recreándose con la sensación y saboreando lo que intuía podían ser
sus últimos segundos de vida. Las luces de su apartamento destellaban a sus
ojos como molestos flashes y un profundo zumbido se había instalado en sus
oídos. Esperó. Si es cierto que cuando estás a punto de morir la vida pasa por delante
de ti como una película no quería comprobarlo, no quería rememorar las miserias
de los últimos años y mucho menos reencontrarse, aunque fuera en sentido
figurado, con tantas personas que habían destrozado su vida.
Tenía mucho
sueño y las piernas le cosquilleaban. Ya no sentía suyo el cuerpo y un único
objetivo se instaló en su mente: “llamar, llamar, llamar”. Intuía la silueta
del teléfono en la cómoda y los apenas tres metros que la separaban de él
parecían una distancia insalvable. Quería gritar, quizás fueran capaces de
escuchar sus gritos los apasionados amantes del apartamento de al lado, que
ahora sonreirían mirando el techo abrazados, saboreando la paz postcoito. Trató
de hacerlo con todas sus fuerzas pero apenas un gemido escapó de su garganta.
En un último
esfuerzo en el que no fue consciente de si se arrastraba o se tambaleaba, cubrió la distancia hasta el teléfono y tiró
del cable del aparato, el auricular cayó al suelo rebotando varias veces. Lo
agarró como pudo, dirigió su mano temblorosa a las teclas tratando de que el
nerviosismo y las prisas no confundieran sus pulsaciones. Pulsó el 1 y un
pitido se escuchó por el auricular. Bien. Pulsó otro 1 y un segundo pitido sonó
por el auricular. Bien. Y ahora el… ¿cuál venía ahora? Mierda. Tenía la mente
tan nublada y se sentía tan cansada que no conseguía pensar ni recordar el
número.
Pulsó
al azar una última tecla número justo antes de caer desmayada al suelo. En el
auricular se escuchó un tono de llamada. Un segundo. Dos segundos. Tres segundos.
Alguien descolgó al otro lado.
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Emergencias ¿dígame?
Y para leer el cierre de esta historia la 6ª y última parte viene de la mano de
Catadora de Sabores, ha sido un placer enorme compartir letras con este elenco de artistas.
Creía que era imposible dar otro giro de tuerca a este relato, pero como siempre, tú eres capaz de conseguir ver donde otros ni existen. Sin palabras, maravilloso e inesperado.
ResponderEliminarIncreíble esta iniciativa. Felicidades y un besazo enorme.
Mil gracias Ely, lo inesperado es tener lectoras tan fieles como tú y que valoran tanto lo que escribo.
EliminarUn abrazo inmenso.
Tras el relato de Eshe con un giro de la trama tan brutal continuar con ese hilo no era una tarea nada fácil, pero tu imaginación e inspiración volaron de tal forma que conseguiste mantener esa tensión que había generado la parte anterior.
ResponderEliminarPletórica me hallo por haber participado en este reto y por el resultado del mismo.
¡A por el siguiente!
HD ;)
Gracias San, la verdad que siempre me siento cómodo cuando Ehse me precede, supongo que porque son muchos años escribiendo a su lado y hemos conseguido que nuestras ideas conecten. La verdad que no era fácil, pero creo que salvamos la papeleta. Lo más díficil fue el inicio y tú lo bordaste, a raíz de ahí la historia siguió su camino :-)
EliminarUn abrazote, siempre es un placer compartir letras, que por cierto, te recuerdo que tenemos un trato de relato conjunto y pienso cobrarme esa deuda ;-)
Lo leí completo el otro día, me gustó bastante aunque he de confesar que los cambios de estilo en la escritura me sacaron un poquito del relato, soy de concentración algo dispersa jajaja. Salvando eso, que es cosa únicamente mía, muy buenos los giros que le habéis ido dando y el desenlace.
ResponderEliminarUn abrazo!
Es cierto que los cambios son bruscos pero es lo que tiene juntar a seis personas de su padre y de su madre jajajaja. Las cervezas nos hacen plantearnos retos :-)
EliminarUn abrazo
Me gusta la idea, aunque concuerdo con DKT (lo llamo así porque ya somos amigos, je), la narrativa de cada uno es diferente e impide que fluya con naturalidad, sin embargo tu parte corrió sin trabas y mantuvo la idea justo hasta ese instante que es necesaria una conclusión que, claro, tendré que ir a buscar a otro blog.
ResponderEliminarTe dejo un fuerte abrazo.
HD
Gracias Humberto, creo que efectivamente los estilos de cada uno nos impiden mantener una coherencia "estilística" necesaria para la fluidez, lo planteamos más como ejercicio literario que como relato propiamente dicho :-)
EliminarGracias por leer. Un abrazo.
Me ha gustado más a medida que avanza la historia, aunque es complicado con tantas voces y maneras de narrar mantener el ritmo, pero es un ejercicio muy interesante y con unl final bien resuelto.
ResponderEliminarOski, me lo había dejado pendiente, pues requería un poco de tiempo para leeros a todos.
Un beso,
Gracias por tomarte la molestia de leer Tesa y por tus comentarios :-)
EliminarMe he leído toda la historia! Super bien resuelta. Y muy original esto de enlazar todo a través de una fotografía! Reuniros más veces ;)
ResponderEliminarUn abrazo