Dicen los que saben de esto que
los días no son negros ni blancos. Que se mueven dentro de una escala de grises.
Supongo entonces que mi gris más gris es casi negro y mi gris menos gris es
casi blanco y que transito poco por los términos medios.
De todas formas nunca fui de
escuchar consejos y suelo cerrar los oídos cuando alguien alardea de ser experto
de la vida y de haber estado ya en todas las batallas, aunque jamás se le
conozca herida alguna. Desconfío de los veteranos de la experiencia, que con
apenas treinta años y sin haber salido jamás de su casa presumen de haberlo
pasado terriblemente mal, aunque casi por arte de magia han dado con la clave
de la felicidad eterna. Los odio. Me repatea su absurda felicidad de manual y
con sus libros de autoayuda sólo haría una pira incendiaria sobre la que
bailaría toda la noche.
Tal vez sea que no estoy
disfrutando del viaje a Ítaca y que quiero llegar ya a la maldita isla (la
paciencia nunca fue una de mis virtudes) o que me cansa cambiar la tripulación
de mi buque en cada puerto, despidiendo a unos y dando la bienvenida a otros.
No sé quién lleva el timón de mi nave, ni cuanta profundidad tiene el mar que surco
y aún así no me preocupa demasiado pues sé que las rocas son un peligro del que
ya me curé de espanto.
Pero volvamos al tema, como os
decía, sólo conozco dos estados, el estado gris casi negro y el estado gris
casi blanco y paso de uno a otro con una velocidad que haría temblar al
mismísimo correcaminos. Supongo que por eso acabo tan agotado, porque cansa
terriblemente tocar el cielo y después caer en picado a ocho mil kilómetros por
hora (los he ido contando uno a uno) para estamparte contra el suelo. Será que
cada vez me parece más absurdo recoger los trocitos y volver a empezar.
En este caos personal las letras
me están salvando de la estampida, los escenarios están levantando una parte de
mí que creía perdida y me están dando el aliento que me falta. Aunque algunos
digan que lo único que hago es jugar a hacer poesía y que no vale una mierda
nada de lo que escribo, se van a tener que joder, porque voy a seguir
escupiendo veneno, más por necesidad que por gusto personal y lo que me nace,
me nace de dentro. Para mí las letras son algo más que un juego y no pretendo
fama, ni reconocimiento, ni herir a nadie, ni competir con nadie. Salvo contra esos
grises casi negros y esos grises casi blancos con los que día a día lidio.
Supongo que tenía que escribir
esto porque si me veis más desaparecido que nunca o más triste o más cansado,
simplemente es porque estoy tratando de coger aire.
Si necesitas aire, ¡cógelo!, esperaremos a que te recuperes, no lo dudes y no te preocupes.
ResponderEliminarMe encanta el poema que recitas en el video.
Un beso Oski, cuídate!
Gracias Sofya :-) es reconfortante saberte siempre ahí.
Eliminar¡Fuerte abrazo!
Ya había leído tu poema pero escucharlo com tu acento tiene otro precio :p... La verdad que la montaña rusa de la vida nos tiene con las subidas y bajadas... Yo no tengo un Consejo para darte... No más que exprimir los segundos blancos.. Ánimo
ResponderEliminar:-) gracias NsNc. Trato de hacerlo todo lo posible.
Eliminar¡Un abrazo!
Y espero que ese aire te haga subir muy arriba, muy arriba, y que las caídas, que las habrá, reduzcan un poquito su velocidad, ¿no? Que los altibajos tan extremos trastornan un poquito.
ResponderEliminarAl final es cuestión de perspectiva y de tomarse las cosas con otra calma. De respirar profundo :-)
EliminarUn abrazoo
A veces es necesario hacer una pausa para tomar aire. Lo más importante es que ese gris casi negro y ese gris casi blanco te sigan dando esas fuerzas infinitas para pelear la vida, y no pasarla durmiendo como tantos otros.
ResponderEliminarQue nadie te diga que no valen tus letras, te contaré un secreto: es envidia. Envidia cochina, envidia de no ser como tú.
Una bonita reflexión, Oski. Espero que haya resultado y ahora seas un poquito más fuerte que antes :)
¡Un abrazote!
Eso siempre Marina, cada día un poquito más. Gracias por estar siempre ahí.
EliminarUn abrazo
Tus versos no son peones, tus palabras no se enrocan, tu música no hay torre que la encierre. Pueden los días dibujar un tablero de negro y blanco, puede el sentir darte jaque, tantas veces que el mate crea vencer al brillo.
ResponderEliminarPero camarada, brilla la bayoneta de tu ánimo atravesando con fuerza las piezas de ese ejército invisible que, en vano, trató de vencerte.
Avanti!!
Adelante siempre compañero es la única forma de avanzar jejeje.
EliminarFuerte abrazo.
A mí me dan ganas de decirte (o de decirle al protagonista de la historia.. que ya sabemos que autor y protagonista no es lo mismo) que nos tomemos una cerveza... que quizás compartir otras visiones siente bien.. pero soy de esas personas de las que deberías desconfiar...
ResponderEliminarSiempre es bueno compartir visiones. Deja ya el tinto de verano, que te va a matar. Pásate a la cerveza xD.
EliminarUn abrazote
Pues coge el aire que necesites, y tómate tu tiempo. Decía Aristóteles que en el término medio está la virtud, pero es tan jodido encontrar ese punto de equilibrio (y lo cierto es que nunca me ha gustado demasiado el gris).
ResponderEliminarEl poema tremendo, de los que más me han gustado, ya lo sabes.
Un abrazo!
Supongo que el punto de equilibrio es diferente dependiendo de cada momento y cada situación, por eso no existen fórmulas mágicas que te digan qué hacer en cada momento ni dónde situarte, seguramente la práctica y la intuición sean las que te lleven siempre hacia ese punto.
EliminarMuchas gracias señor.
Un abrazo!
Cavafis, Cavafis...¡lo importante es el camino! No el destino :)
ResponderEliminarNo sólo me encanta cómo escribes, sino que tu paleta de colores, ya sea monocromática, blanca, negra o gris, es luminosa y agrada, y dan ganas de ser coloreada por ella, con tus letras y tu pluma.
Aplausos, Oski. Y besosabrazos.
Eso era porque el cabrón de Cavafis no tenía destino y vivía siempre "on the road" jajaja. Digo yo.
EliminarMi paleta de colores está más destintada que nunca pero bueno, supongo que volverá a ser la que era algún día.
Un abrazo.
Y ahora que has cogido aire, que has cargado la maleta de poemas, y tenemos todas las espadas afiladas. Ahora que Madrid es una conquista, que los días son fiesta al menos 7 horas (nunca las de trabajo, aún).
ResponderEliminarAhora, que vamos cargados hasta los versos, es el momento de gritar y atacar, que no creo que se atreva a ponerse nadie por delante.
Cuídate.
:-) es el momento de ir a por todas. Con los versos afilados y los micros como aliados. Bien lo sabes compañero.
Eliminar¡Salud!
Pues eso, eso es lo que vale, seguir "pa lante" siempre sacando todo lo que bulle por dentro, primero por uno mismo y después por todos los que lleguen a leerlo.
ResponderEliminarUn beso
Hacia delante siempre, hacia atrás ni para coger impulso.
EliminarBesotes.
Supongo que decirte "te entiendo" o "vamos a tomar una cerveza y a charlar del mundo" no debería ser la respuesta a tus líneas, pero es lo único que me sale.
ResponderEliminarMe siento especialmente identificada con lo de "Tal vez sea que no estoy disfrutando del viaje a Ítaca (...) o que me cansa cambiar la tripulación de mi buque en cada puerto, despidiendo a unos y dando la bienvenida a otros." Creo que es lo más agotador de viajar, de vivir: los que se quedan por el camino y la incertidumbre de si los que entran se quedarán contigo o te abandonarán con la llegada de la siguiente tormenta, o si te ayudarán a llevar el timón o por el contrario se quedarán sentados en cubierta viendo, como unos pasmarotes, tu pelea por llegar a puerto.
Y aun así te puedo decir que los que siempre comentamos por aquí solemos ser los mismos, lo sé porque leo los comentarios y reconozco los nombres... llevas a tu tripulación contigo en cada una de las palabras que escribes, y espero que eso te sirva para coger aire.
Abrazos
Es una respuesta reconfortante :-)
EliminarTengo la gran suerte de que la tripulación de este barco utópico de nubes es fiel y conocedora. Navegar así da gusto :-) claro que sirve para coger aire.
Gracias por estar.
Un abrazo!
Cuando nace desde dentro. Cuando no puedes luchar contra ello porque es una hecatombe a punto de estallar. Cuando tu escala de grises se convierte aunque sea un instante, en un maravilloso arco iris. Cuando eso sucede, el sr Sejas recita subido en un escenario y deja con los pelos de punta a todos los que allí estamos.
ResponderEliminarMe encantan esos versos a los que has titulado 'Demasiado'.
Un beso enorme!
Y al señor Sejas se le pusieron los pelos de punta al recitar porque sabía que en el público había personas que lo sentían como propio.
EliminarUn besote.
¿Nosotros siempre decimos de los acentos que tenemos, no? Que se notan en la escritura, en los modismos, en estas cosas. Tu acento es espectacular, sin duda. Ahora lo compruebo a través de la voz. :) :)
ResponderEliminar¡Beso enorme!
Ahora ya sabes a lo que sueno jajaja.
Eliminar¡Se perdió el misterio!
Besos
Al contrario, un misterio bien resuelto, jajaja. ¡Besote grande!
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