Yo sobreviví a los pantalones de
campana, a las gafas de pasta, a Mazinger Z, a Oliver y Benji. A las patillas a
lo Curro Jiménez. Sobreviví a los Fruitis aunque su maldita cancioncita se me
quedara grabada. Sobreviví a David el Gnomo y a una bondad que jamás he podido
encontrar en nadie nunca. Sobreviví a Disney y sus princesas y por más que lo
intenté no pude ser el príncipe con el que todas soñaron. Sobreviví a los lunes
que iban después del domingo, cuando había que volver al colegio y los matones
de turno me quitaban el bocadillo y los cromos regalándome algún que otro
puñetazo en el estómago. Sobreviví a OT y a todos los Bisbales y Bustamantes
que vinieron detrás. Sobreviví a South Park y a todas las muertes de Kenny.
Sobreviví a Crónicas Marcianas y sus stripteases de madrugada, al videoclip de Malú con el que descubrí lo
que era darse mucho amor propio, al porno codificado de Canal+. Sobreviví al
acné. A mi primer corazón roto. A
Torrente. A las canciones del Fary. A los trescientos litros de H&S que compré
después de tanta caspa. Sobreviví a la ESO. A los botellones con ron Almirante
y coca-cola marca blanca. Al Messenger y los chats de Terra. A las citas a
ciegas con camioneros que decían ser rubias de ojos azules. A las conexiones a
internet con módem. Al rincón del vago. Al fotolog, a los spaces msn y al
Tuenti. A la serpiente de Nokia. A los móviles tamaño industrial. Sobreviví a
los escotes de vértigo en las discotecas. Al polvo en el asiento de atrás en
cualquier picadero oscuro. Al policía aburrido que aparecía y nos lo jodía
siempre pidiéndonos la documentación.
Y de pronto vas y me dejas. Y yo no hago otra cosa que comer
pizza y beber cerveza del Mercadona. Llevo sin afeitarme tres meses, me ha
crecido el pelo y las uñas. No recuerdo cuando fue la última vez que pasé por
la ducha. Creo que cada vez me parezco más y más a Tom Hanks en Náufrago.
Y ahora sí, por fin he tenido que
aprender lo que es ser un auténtico superviviente.
Menos mal que siempre nos quedará el Mercadona... Sin él, estaríamos perdidos...
ResponderEliminarUn abrazo, amigo
Jajajaja hemos cambiado París por el Mercadona, qué triste.
EliminarAbrazos.
Ay, como me ha gustado tu post de hoy... sólo me he quedado con la intriga del vídeo de Malú, eso me lo perdí yo...
ResponderEliminarNo bebas cerveza del Mercadona, hombre!! Eso es alog que también podrías/deberías dejar atrás...
Besos!
Me acojo a mi derecho de no hacer declaraciones para lo del vídeo de Malú (manos a la espalda y a silbar disimuladamente jajaja)
EliminarGracias por leer :-)
Besos!
Las gafas de pasta han vuelto jajaja Me ha encantado este post, muy sentido, creo que todos nos convertimos en supervivientes.
ResponderEliminarUn abrazo.
Eso comentan, que están de moda, habrá que agenciarse unas.
EliminarAbrazo!
Me ha llegado mucho. De todas las supervivencias, solo encuentro realmente arduas la de quien nos deja tras haber sabido que pusimos nuestra vida en sus brazos y la de esa bondad que nunca más hallaremos. El resto es perder por uso, mientras vas encontrando cosas nuevas.
ResponderEliminarPero incluso con eso, casi siempre sobrevivimos. Aunque haya que pasar por la fase de dejadez. Y también está Malú xD
Un saludo. Enhorabuena por el post ;)
Cada mañana al despertarnos es un nuevo día que hemos sobrevivido, así que al final, tampoco estamos tan mal jajaja.
EliminarSalud y gracias por pasar.
También se sobrevive a eso, amigo. A lo que a lo mejor no sobrevives es a la cerveza del Mercadona ;)
ResponderEliminarCuídate.
Me encanta como lo has contado. Bueno, es que en general me encanta tu talento, quizás sea el lo que te hace sobrevivir.
Besos.
Jajaja pues de momento se va sobreviviendo así que no creo que sea tan matarratas como parece :p
EliminarUn beso, gracias por pasar y por pensar que tengo algún talento.
Te acompaño en varias supervivencias ya superadas. A mí me encantaban los pantalones de campana y creo que vuelven. Dúchate y aféitate ponte el chandal y a correr superarás lo peor. Espero que no te parezcas al náufrago de la foto que parece un talibán. Saludos.
ResponderEliminarEso dicen, que todo acaba volviendo. Incluso la alegría!!! :-)
EliminarGracias por pasar.
Salud
Una entrada muy íntima, me llegó.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
HD
Gracias Humberto,
EliminarCuídate.
Abrazos.
Oh, cuando leía el primer párrafo sonreía pensando "yo también he sobrevivido a todas estas cosas". Me has traído recuerdos muy bonitos. Por eso, gracias.
ResponderEliminarEl segundo párrafo es la cruda realidad del presente que nos abofetea en la cara. Que te pide una vez más que sobrevivas, que aguantes, que lo superes. Y lo harás. Como lo has hecho siempre y hasta ahora.
Abrazos de oso.
Siempre se sobrevive, hasta que dejamos de hacerlo y la palmamos, pero no es el caso ni intención tengo de ello, y sí siempre nos quedarán los abrazos de oso para refugiarnos :-)
EliminarOtro abrazón de vuelta :-)
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHay supervivencias que cuestan caro, pero vale la pena pagar, siempre vale la pena. (Ahora si :-p)
EliminarGracias por pasar Dan! No sé si merece o no la pena, pero es algo que toca transitar.
EliminarSalud!
Cómo cuesta sobrevivir a las ausencias. A algunas más que a otras, pero bueno, siempre es posible.
ResponderEliminarArriba!
Saludos.
Las ausencias son pasajeras y siempre permiten acceder a las nuevas presencias :-) siempre.
EliminarSaludos!
Los duelos por una ausencia afectiva, hay que vivirlos, ¡Cómo no!, pero la vida sigue y un día, volvemos a subirnos a su tren.
ResponderEliminarBuen relato, Oscar
Saludos
Mientras la vida sigue mirando al frente y hacia atrás ni para coger impulso :-)
EliminarSalud!
Pd- y a ducharnos ;-)
ResponderEliminarSobre-vivimos y sobre eso
ResponderEliminarno hay nada escrito
somos náufragos
Navegando
entre las palabras
que nunca nos dijimos
Un abrazo de luz ✴
Otro abrazo para ti.
EliminarGracias por pasar!
Todo tu blog respira con cierto aire vocativo que atrapa e involucra al lector. Me gusta lo íntimo que es. Me quedo yo también por aquí, si me permites, a respirar hondo.
ResponderEliminarClaro, esta es tu casa. Gracias por pasar, bienvenida.
EliminarSalud!